Cuenta la historia que hacia el final de la década de los 50, el Pirata Moreno comenzó su camino como promotor de lucha libre. Unos años después, y luego de realizar algunas giras por el continente americano, el luchador se estableció en el Estado de México para comenzar a dar forma a uno de sus sueños más profundos: tener una exitosa empresa del deporte que amó. Lo logró con IWRG.

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“Pasan los años, se traslada a Naucalpan, empieza a hacer funciones en el lienzo charro hasta que adquiere la renta de una plaza de gallos y comienza a hacer las funciones ahí. Fue un gran éxito, cada semana era lleno tras lleno”, comentó Marco Moreno, presidente de IWRG en charla con ESTO.

Por los pasillos de la Arena Naucalpan desfilaron un sinfín de grandes estrellas del pancracio nacional e internacional. En uno de sus muros se aprecian cientos de programas de antaño, donde se revela el nombre de Eddie Guerrero, Rey Mysterio, Gran Hamada, André el Gigante, Hijo del Santo, Místico y muchos ídolos más.

Sus murales cuentan muchas historias, no solamente de luchadores, sino de una familia que ha dato todo por el deporte que heredaron del Pirata Moreno. “Es un ícono para la lucha libre nacional”, aseguró Ivanna Moreno.

Las anécdotas son incontables, reflejan una parte de la vida de los Moreno y también de los aficionados que cada semana abarrotan las butacas del lugar enclavado en el corazón de Naucalpan.

“Hubo un Villanos vs Brazos, era un clásico, tuvimos que sacar a los Villanos en la cajuela de los coches, los tuvimos que llevar tres o cuatro cuadras adelante para que no los agredieran”, expresó el presidente de IWRG.

Ivanna Moreno recordó que su infancia siempre estuvo llena de lucha libre. Desde que era pequeña se recuerda explorando la Naucalpan con una lámpara o jugando a las escondidas con los hijos de los luchadores. “Tiene muchos pasillos, laberintos oscuros”, recordó.

Su hermano, Marco Antonio también jugaba en el cuadrilátero del lugar: luchas, saltos, correr. Todo lo que tuviera que ver con la lucha libre, aunque él no quiso dedicarse de manera profesional al deporte, su carrera en mercadotecnia sí ha sido fundamental para intentar llevar a la Arena Naucalpan al siguiente nivel.

LA ARENA NAUCALPAN Y SU PRESENCIA EN EL CINE

Muchos no lo saben, pero la presencia de la Arena Naucalpan va más allá de la lucha libre nacional. el cuadrilátero de este inmueble ha sido visto en todo el mundo gracias a su aparición en la película Nacho Libre que fue protagonizada por el actor Jack Black.

“Esta arena la he visto desde que estoy pequeño. Por estas escaleras bajó Ramses. De aquel lado salió Jack Black, de esa misma esquina se aventó la plancha, esta arena es todo, la he visto desde niño y es un golpe a la infancia, es nunca pensar que vas a estar aquí, lograrlo es un sueño cumplido, voy sobre la marcha”, expresó el luchador tapatío Paymon respecto a su sueño cumplido de llegar a IWRG.

UN LUGAR EMBLEMÁTICO PARA LA GENTE DE NAUCALPAN

Puma de Oro, uno de los protagonistas del evento Revolución 60, es originario de Naucalpan y asegura que en este municipio vivirá “hasta que me muera”. El joven gladiador destacó que la Arena es un sitio emblemático para los oriundos, sin importar sí les gusta la lucha libre o no.

“Mi papá me trajo un día, no quise ser futbolista, yo quise ser luchador. Fue un misticismo ver las máscaras y los personajes, mi papá vino a pedir informes y me dijeron que si aguantaba me quedaba, aguanté, me dio fiebre en la noche, estaba muy chiquito, regresé al otro día y me dijeron que las puertas estaban abiertas, empecé a los cinco años a entrenar”, relató sobre su historia.

El lugar también es especial para otros luchadores que no comenzaron en este lugar, ese es el caso de Maniacop 360, quien ve IWRG como un lugar idóneo para comenzar a tejer sus sueños.

“Naucalpan es el semillero de muchas estrellas, es de las arenas independientes que más foco tienen en la actualidad”, aseguró de forma tajante.

No son pocas las historias que se pueden contar de la Arena Naucalpan. El cuadrilátero que todos quieren pisar para “hacerse luchadores”. Con orgullo sus dirigentes presumen que la empresa mexiquense ha llegado a los 60 años.

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