Para el mexicano Carlos Sansores no hubo secretos. Las claves para convertirse en medallista de oro del Campeonato Mundial de Taekwondo dentro de la categoría de los +87kg fueron soñar con el momento, pero sobre todo tener los pantalones para pararse en el tatami y demostrar sobre sus rivales que eres superior.

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Subcampeón del mundo en Manchester 2019, el quintanarroense por fin pudo dar ese paso importante ahora en Guadalajara y subir a lo más alto del podio para dejar en claro que no fue casualidad lo sucedió en territorio inglés y que lo acontecido en Tokio 2020 fue una accidente al quedar eliminado en las primeras rondas.

“Conmigo mismo mantenía esa batalla (de querer el oro), había que seguir con esa batalla y que mejor que hacerlo en casa (ganar el primer lugar ante el público mexicano)”, indicó un emocionado Sansores Acevedo.

De manera breve subrayó que las claves para obligar a la entonación del Himno Nacional Mexicano fue ir “siempre con el corazón para adelante, soñarlo”, además de pelear “con muchos pantalones, no hay más con eso”.

Este oro lo dedicó a su “familia, esposa y a mi hija” y de igual manera se dijo agradecido y “muy contento, gracias al apoyo de la Conade y la Federación (Mexicana de Taekwondo) que sin ellos no pudiéramos llegar a donde estamos, gracias por tantos torneos que nos apoyan y que nos llevan”.

Finalmente, el taekwondoín tricolor espera que lleguen más medallas de otros compatriotas, “estoy seguro de que vienen más medallas para nuestros compañeros faltantes y hay que echarle ganas. Se está haciendo historia claro que sí y todavía falta, el evento no ha terminado y hay que apoyar a nuestros compañeros”.

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