POR LUIS GARCÍA OLIVO
FOTOS JORGE BARRERA
ENVIADOS ESPECIALES

MONTREAL, Canadá.- “Mexicanos a donde vayas y hasta por las piedras”, dijo Jacinto Robles, pintor tapatío, en los arribos internacionales del aeropuerto de Montreal en donde se dio cita con sus hijos para recibir al América, mientras que el “Cielito Lindo” y hasta el Himno Nacional lo interrumpieron.

Don Jacinto fue uno de los centenares de mexicanos que colmaron la sala de las llegadas internacionales en el arribo de las Águilas a esta ciudad para pagar la vuelta de la gran final de la Concachampions contra el Impact.

De impacto y caluroso resultó el recibimiento que se convirtió hasta en incomparable, pues los cientos de personas cargaron con banderas mexicanas, americanistas, bocinas para subirle el volumen a las cumbias, al Himno de las Águilas y hasta el mexicano, por lo que el vestíbulo se convirtió en un “afectuoso caos”.

Mientras que el paisano puso la fiesta, la seguridad canadiense acordonó el pasillo por el que poco más tarde transitó cada uno de los elementos del equipo, por lo que entre el francés y el inglés calmaron los ánimos.

No obstante y a la salida de los jugadores y cuerpo técnico, la gente se colapsó, perdió el orden y hasta el glamour para apoyar a Motosas, Moi, Oribe, Benedetto, Sambueza y a Peláez, por lo que todo se salió de control y las porras retumbaron en el aeropuerto.

Mientras esto aconteció, los canadienses se sorprendieron de lo generado, pero hubo unos que hasta le entraron para apoyar al equipo mexicano con fraternales golpes a las espaldas de los jugadores.

Los elementos americanista fueron los más sorprendidos, pues a diferencia de lo que fue en Costa Rica, con recibimientos hostiles, el de anoche fue meramente caluroso con todos los mexicanos que radican en este país norteamericano.

Hubo hasta quienes les obsequiaron rosarios e imágenes religiosas para que les vaya bien en la gran final, hubo otros que frenaron a Peralta para pedirle una selfie, y otros más quienes solamente se conformaron con una fotografía, en fin una llegada inesperada y diferente a lo que ha tenido el América en esta Liga de Campeones de la Concacaf, en donde solamente les resta el título.