Con menos de un segundo por jugar y 61 yardas de distancia, el pateador Wil Lutz estrelló su disparo en los dos postes, el ovoide no llegó a su destino y los Vikings se llevaron un sufrido triunfo (28-25) en su parada por Londres.

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Minnesota se encomendó a los goles de campo para obtener su tercera victoria de la temporada, en esta ocasión sobre los New Orleans Saints.

Su pateador, Greg Joseph, convirtió los cinco goles de campo que dispuso a lo largo de una contienda donde los Vikings la tuvieron bajo control con excepción de la parte final.

Los Saints, el local administrativo en el Tottenham Hotspur Stadium, lograron ponerse en ventaja gracias a una anotación terrestre de Taysom Hill y la conversión de Jarvis Landry (22-19) con menos de seis minutos en el reloj.

Minnesota respondió de la mano de su mejor jugador. Cuando tienes a Justin Jefferson debes explotarlo, da igual que enfrente tuviera a uno de los mejores esquineros de toda la NFL (Marshon Lattimore). El explosivo WR tuvo un par de recepciones de más de 20 yardas y un acarreo hasta la zona prometida para poner a su equipo con ventaja de tres (25-22).

La ofensiva de New Orleans reaccionó y puso el balón a 60 yardas con menos de dos minutos por jugar, distancia donde Lutz no falló en primera instancia. Si bien el visitante logró anotar otro gol de campo, todavía dejaron 24 segundos en el reloj, tiempo suficiente para que el experimentado Andy Dalton le diera otra oportunidad a Lutz para convertirse en el héroe.

En esta ocasión no pudo completar el trabajo y de forma cardiaca, Minnesota se quedó con la victoria.

Kirk Cousins, quarterback de los Vikings, contabilizó su serie ofensiva ganadora número 21 en su carrera dentro de la NFL.

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