21, agosto 2022 - 6:00
'El Pana' fue uno de los toreros más queridos de México. Fotos: Érik Estrella
La casa y el huerto donde ‘El Brujo de Apizaco’ vivió con su abuela en Santa Anita Huiloac, en el estado de Tlaxcala tienen el inconfundible sello de quien se consideraba así mismo como ‘El Último Romántico del Toreo’. La temperatura fresca que predomina la mayor parte del año en ese terruño le dan un toque de nostalgia y parece como si el matador Rodolfo Rodríguez ‘El Pana’ vistiendo su atuendo de maletilla fuera cruzar en cualquier momento con su andar cansino para mostrarle a los aficionados sus tesoros más preciados.
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Hace seis años de su desaparición física, pero ‘El Pana’ está más presente que nunca en su tierra. Parte de sus cenizas se encuentran bajo un árbol de capulín, en cuyo tronco hay jarritos de barro atados a este con listón y casi en la copa, un par de macetas con geranios rojos. Al pie, una cruz de piedra marca el sitio, mientras que al lado derecho crece una abundante mata de lavanda.
La lluvia se hace presente sin avisar y humedece de inmediato a los árboles de ciruelos, manzanos, peras y a los nopales. Las grandes gotas hacen que Marina Esquivel González enfile de regreso a la casa y se reúna con su hermano Francisco, para mostrar a ESTO los objetos que tienen guardados en la casa del singular diestro.
La labor de ordenar lo que ‘El Pana’ había almacenado en esas habitaciones empezó para Marina a un mes de la muerte del coleta que perdió la vida el 2 de junio de 2016 en Guadalajara, Jalisco, a consecuencia de las lesiones que se le generaron tras la tremenda voltereta que sufrió el 1 de mayo en Ciudad Lerdo, Durango. Luego, ella logró recuperar ternos y otros objetos con personas que los tenían a préstamo o algunos -los menos- que eran propiedad de otras personas y los regresaron a la familia del diestro de hablar firme e ingenioso.
“Estuve muy apegada a mi hermano, pasé muchas etapas de su vida a su lado: desde novillero, en sus corridas, en sus enfermedades y hasta en su muerte”, relató Marina Esquivel González.
Recordó un pasaje que le genera alegría, justo cuando Rodolfo quiso enseñarle a tomar un capote de brega: “Ese día fue mi debut y mi despedida porque él no tenía paciencia para enseñar como un maestro, además yo era muy niña para poder cargar un capote tan pesado, pero tampoco me vio aptitudes para eso y ahí terminó todo”.
La familia del torero considera que los objetos que cubren las paredes, del piso al techo, son de gran valor sentimental: “Pues ‘El Pana’ nunca acumuló riquezas, siempre le gustó la vida sencilla, estar en el campo o en casa, en soledad, cuidar los árboles de su huerto, ir a entrenar a la plaza o a platicar con la gente”, dijo su hermano Francisco.
La entrada a la casa que está rodeada por un patio con infinidad de macetas y plantas, es por el comedor y a la derecha, en la zona que ocupaba la recámara de la abuela, al fondo se colocaron el terno verde con el que toreó la última tarde en que realizó el paseíllo hacia la Gloria, su montera, su altar religioso y el representativo sarape de Saltillo, que junto con un enorme puro, le dieron sello de identidad ante los taurinos entre los que sigue tan vigente como si estuviera en activo.
En ese espacio, pero en el otro extremo, se encuentra la espuerta del matador, con un capote que como homenaje póstumo le dejó el torero español Antonio Ferrera; así como un letrero hecho por él y que utilizó dos veces a lo largo de su vida a las afueras de la Monumental Plaza México y que a la letra dice: “Soy ‘El Pana’, un torero por hambre no por vanidad, estoy en huelga de hambre hasta que me den una oportunidad”.
En una vitrina luce el primer terno con el que se presentó en el ruedo de La México en una Novillada de Selección: “Este lo rescatamos hace poco, pero ya está aquí”, apuntó Marina. También está hecha rollito una plana de nuestro diario hermano La Prensa, con la crónica de aquella tarde, el moño con el que el matador adornaba su larga coleta natural, entre otras prendas.
En el muro más largo, enmarcadas y cubiertas con cristal, están crónicas de ESTO, de las revistas españolas 6TOROS6. Aplausos y enormes fotografías en blanco y negro.
En el remate más alto de los muros colgaron los cientos de reconocimientos que le entregaron al místico torero. Enfrente, al filo de la ventana, se ubican carteles y esculturas.
Instalados en la cocina, donde está el alma de la casa de las familias mexicanas y para alguien que hizo de la panadería su oficio, es lógico que sobresalga una gran mesa de madera: “Mi hermano hacía sus muebles, como esta mesa y el mueble del fregadero que construyó con madera. Mi abuela era la que le cocinaba, por cierto muy sabroso, pues tenía muy buen sazón”, dijo Marina.
Además reveló lo siguiente: “Mi hermano era muy antojadizo. Le gustaban los guisos mexicanos con chile, las migas, el mole con arroz, la barbacoa. A veces también le gustaba guisar y hacía sus paellas que le quedaban muy sabrosas y un pollo a la cerveza que era delicioso”.
En la actualidad, vive ahí Francisco Esquivel González, quien es el guardián del lugar pues el año pasado, la casa fue víctima de la delincuencia. Les robaron una colección de relojes de bolsillo, con cadena, anillos y algunos trofeos del maestro Pana: “Este lugar es visitado por turistas extranjeros, principalmente de Francia. Vienen a conocer la casa cuando viajan a las corridas de las ferias del estado que se hacen en esta época del año”.
LA CASA DE DOÑA ‘LICHA SUPER STAR’, LA MADRE DEL ‘PANA’
El matador Rodolfo Rodríguez González ‘El Pana’ siempre se sintió orgulloso de haber comprado una casa para su mamá con el dinero que ganó en su campaña novilleril en la Plaza México, en 1978. Previo a la visita de ESTO a la casa de ‘El Pana’, se pudo visitar la casa que adquirió para su madre, en la ciudad de Apizaco.
En el inmueble está un auto compacto color amarillo que era del bohemio espada y que actualmente usa su hermana Marina Esquivel González, quien nos mostró las obras pictóricas que impiraron a pintores como Rendón Tapia y Rafael Sánchez de Icaza, así como las fotografias que adornan las paredes de este inmueble; amén de libros en torno a la figura de ‘El Brujo de Apizaco’.
“Los recuerdos que tengo con mi hermano desde que yo era muy chica es que siempre fue muy protector: sobreprotector, pero también muy exigente. Siempre estuvo muy al pendiente y preocupado por mi mamá. Fuimos muy unidos, a pesar de algunas diferencias siempre supo que podía contar con todos sus hermanos. Fue un buen hermano y un buen hijo”, comentó Marina.
El diestro llamaba a su mamá con el muy singular nombre de Doña Licha Super Star (Alicia González Tapia). Ella murió el año pasado, el 21 de abril. Contaba con 92 años de edad, Rodolfo fue hijo de su primer matrimonio, quedó viuda y de sus segundas nupcias además de Marina tuvo otras hijas: María Elena, Martha, Leticia, Blanca Estela y a su hijo Francisco.
En la casa existe un reloj de talavera que ganó el Pana en un festival benéfico que toreó vestido de ferrocarrilero, para homenajear a la gente de su tierra.
Cabe señalar que Marina elabora mermeladas y helados artesanales con los frutos del huerto que su hermano el diestro formó en Santa Anita Huiloac.
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LAS CENIZAS DEL ‘PANA’, REPARTIDAS POR TLAXCALA, MÉXICO
Luis Mariano Andalco, taurino de corazón, amigo personal de El Pana y promotor de la cultura tlaxcalteca explicó para ESTO, la distribución de la cenizas del torero, que además de estar en una urna en su casa, otra parte en la huerta, se distribuyeron en cuatro ganaderías de la entidad.
“Quiso que se quedaran en las ganaderías de sus amigos. En la de García Méndez, por la amistad que tuvo con don Hugo; en la de Jaime Rodríguez a quien le decía Tío, porque fue de los que más lo apoyó en sus inicios; en la de Zacatepec, por la amistad que tuvo con Reinita; y en De Haro, por su hermandad con Manuel de Haro González”.
PERFIL DEL ‘PANA’, MATADOR DE TOROS:
Nombre completo: Rodolfo Rodríguez González
Lugar y fecha de nacimiento: Apizaco, Tlaxcala, 2 de febrero de 1952
Presentación en La México: 6 de agosto de 1978
Alternativa: Plaza México, 18 de marzo de 1979. Padrino: Mariano Ramos. Testigo: Curro Leal. Toro: Mexicano de Campo Alegre
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