Javier Juárez

FOTO: Jorge Martínez | Mexsport.

Qué rápido bajaron de la nube a México. El baile que le dio el Tricolor a Francia disparó los pensamientos de obtener una medalla en Tokio, pero Japón llegó a poner sobre la tierra a los aztecas.

Los Samuráis mostraron todos sus dotes, disciplina, físico, aceleración, contundencia, esa combinación desarticuló a México. La tarde en Saitama fue aterradora. El 2-1 nipón incluyó el segundo penalti que comete César Montes en los Juegos Olímpicos, la lesión de Erick Aguirre y la expulsión de Johan Vásquez. El país del sol naciente los deslumbró y les ganó con superioridad.

Japón superó a los aztecas en todo, hasta miedo se reflejó el rostro de los mexicanos.

Primero Takefusa Kubo. El jugador que en 2019 no quiso que le llamaran el Messi Japonés venció a Ochoa con un tiro potente en el área a pase de Ritsu Doan. La jugada se originó por el lado derecho luego de un pase filtrado de Hiroki Sakai. El jugador de 31 años, con experiencia en el Olympique de Marsella y Hannover 96, fue uno de los tres refuerzos que pidió Hajime Moriyasu, los otros fueron Maya Yoshida y Wataru Endo. Todos estuvieron en el campo de Saitama.

Los samuráis azules le hicieron honor a su mote. Japón se multiplicó en el campo, corrió por todos lados y resultaron imposibles de detener.

Lo que siguió fue un concierto de errores aztecas y demostración de velocidad nipona. México no supo cómo parar a Japón.

El Tricolor se desesperó rápido, dio golpes, Carlos Rodríguez y Jorge Sánchez terminaron amonestados. El juez portugués pitó muy severo, por momentos, pareció localista, pero todas sus marcaciones fueron correctas.

La pesadilla no terminó con eso. Erick Aguirre en un pique para detener a Kubo terminó lastimado y salió de cambio. Japón bajó de la nube a los mexicanos en un tiempo.

Jaime Lozano quiso recuperar a sus dirigidos, pero el daño estaba hecho. Nadie destacó. Diego Lainez nunca regateó, Luis Romo no le dio soporte al equipo, Henry Martín desaparecido. En fin. El grupo entero estuvo aterrado.
México tuvo una lápida pesada que quitarse. Japón no insistió tanto enfrente, pero la intensidad la mantuvieron.

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El país del sol naciente deslumbró totalmente a México y a Jaime Lozano, su disciplina, físico y futbol los superó sin poder hacer algo.

El Jimmy metió a José Esquivel para ganar fortaleza en la mitad del campo y luego buscó algo enfrente con los ingresos de Uriel Antuna y Roberto Alvarado.

Los ánimos volvieron a bajarse tras la tarjeta roja que le mostraron a Johan Vásquez por detener con falta a Ritsu Doan. México perdió a su zaguero central.

Japón supo que el juego estaba finiquitado. Moriyasu refrescó el campo y bajaron su escudo.
El Tricolor tuvo fortuna. El Piojo Alvarado cobró un tiro libre, nadie tocó el esférico y terminó en la red.

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En el reloj quedaban 5 minutos más lo que agregara el árbitro. México sintió que el empate era posible a pesar de su mal juego. Japón apretó cualquier ataque mexicano, los correteó y no permitieron aproximaciones en su área, la única que se generó la sacó Kosei Tani con la mano.

Eso fue todo. México fue superado y tiene que buscar su pase a la siguiente fase contra Sudáfrica.

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