Nueva York, EUA.- El inminente cambio generacional que vive el tenis mundial le tiene sin cuidado a la veterana italiana Flavia Pennetta, quien a sus 33 años de edad estará por primera vez en una final de Grand Slam y lo hará en el Abierto de Estados Unidos.

Ante las pocas alegrías sumadas como singlista en Majors, la diestra de Brindisi encontró refugio perfecto en dobles, modalidad en la cual fue número uno del mundo y llegó a un par de definiciones en Flushing Meadows, sin olvidar el título conseguido en el Abierto de Australia.

Pero Flavia, ex “top 10” de forma individual, tenía pendiente el gran paso en solitario, sin compartir méritos con nadie y este viernes, en el Arthur Ashe Stadium, le dio una lección a la rumana Simona Halep, a quien apaleó 6-1 y 6-3 en 59 minutos.

A Halep le pesó el segundo lugar en la clasificación y una hipotética cita con la historia en caso de ganar, desde el primer “game” cavó su propia tumba con un rosario de errores no forzados y la italiana, en cuanto vio los titubeos, se abrió paso hasta la victoria.

Antes de festejar su inédito avance, Pennetta tuvo que revertir un 1-3 en la segunda manga, escenario que parecía perfecto para el renacer de la rumana, pero todo se trató de un espejismo y una racha de 15 puntos perdidos arruinó su sueño de pelear por un Grand Slam por segunda vez en su joven trayectoria.

“No pensaba llegar tan lejos en el torneo. Es grandioso estar aquí hoy, no sé cómo manejé toda la presión que tuve, pero creo que jugué realmente bien”, confesó la sonriente ganadora tras obtener su boleto a la instancia definitiva.

Estable en el servicio y poderosa en la devolución, Pennetta dio un golpe de autoridad en la mesa y demostró a aquellas caras nuevas de este deporte que en los momentos y eventos trascendentales, pesa más la experiencia.

Para su último desafío, espera por otra contemporánea, la estadunidense Serena Williams o su compatriota Roberta Vinci, de 33 y 32 años de manera respectiva.

Más allá de lo que ocurra en la final, Flavia ascenderá una decena de peldaños en el escalafón y conservará en la memoria sus triunfos sobre gente de la talla de la australiana Samantha Stosur, ganadora aquí en 2011, y la checa Petra Kvitova, dos veces monarca en Wimbledon. Notimex