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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

16, abril 2024 - 4:08

Una jugada polémica

Las reglas que rigen nuestro querido deporte (el futbol) han cambiado un montón. Me atrevería a decir que en los últimos 8 años ha sufrido más modificaciones que en el siglo anterior.

Así, nos encontramos aficionados y especialistas analistas del balompié que suponen que, por el hecho de “haber visto partidos durante toda su vida” no solamente cuentan con todos los elementos para opinar al respecto; si no que, se autonombran verdaderos expertos en la materia, emitiendo juicios sumarios que, usualmente, descalifican la labor de los silbantes.

Este fenómeno, que se ha normalizado, cobra importancia cuando se habla de acciones polémicas que involucran a la infracción en la que están implicadas “las manos”.

No es raro escuchar a quienes están obsesionados en opinar de arbitraje decir: “Es que ya no sabemos cuáles manos se van a sancionar y cuáles no”.

Las manos intencionales, deliberadas o voluntarias, siempre han existido y existirán (y deben ser obligatoriamente sancionadas). El problema se ha creado porque, las manos que antaño se consideraban accidentales (en opinión del árbitro) no eran sancionadas y ahora sí. Para complicar un poco más el panorama, hablando de las manos accidentales, avalado por la regla, unas son sancionables y otras no.

Para complicar un poquito más el panorama, las manos defensivas se marcan de manera diferente a las ofensivas (aunque usted no lo crea).

Refiriéndonos exclusivamente a las manos accidentales defensivas la clave para juzgarlas es la posición que guarde el brazo o la mano previo al contacto.

Si el defensor lleva la mano en una posición “antinatural”; es decir, que la lleve por arriba del hombro o abierta (de manera que ensanche su cuerpo cubriendo un mayor espacio) deberá de ser sancionada inevitablemente.

No importa si proviene de un rebote de su propio cuerpo o el de un adversario, ni tampoco de la cercanía con el emisor. Si, previamente la lleva antinatural y le pega el balón en la mano, aunque sea de manera accidental, es infracción.

En la pasada jornada el penal que Katia Itzel le otorgó a la máquina frente al Puebla (VAR de por medio) que significó el gol del triunfo, inobjetable. La pena máxima no concedida (por Adonai Escobedo) al Toluca frente al América, por mano de Dilrosun, no cubría un espació que ensanchara su cuerpo, bien al no marcarla.

La que se suscitó en el clásico del norte, cometida por Bruneta (de Tigres), en mi opinión era sancionable y Cesar Ramos no lo consideró así. Sin duda … una jugada polémica.