Cuando era árbitro y recibí el gafete de FIFA me tomé la libertad de regalar mis banderas; es decir, como árbitro internacional ya no ejercería la función de juez de línea; de modo que, ya no las iba a utilizar.

Pero, un buen día me designaron para participar en el Torneo Esperanzas de Toulon, en Francia. De último momento me avisaron que en dicho certamen los silbantes fungiríamos indistintamente de árbitros centrales como de “abanderados”. Y ahí me tienen consiguiendo quién me facilitara una bandera para no ir “desarmado”.

En el primer partido en que participé que me toca de liniero, “pa qué les cuento”, va sacando el árbitro italiano Cosimo Bolognino un estuche como de violinista y de ahí extrajo un par de banderas que parecías de otra galaxia. En el “mango” tenían un botón que trasmitía una señal hasta un brazalete que portaba el silbante en el antebrazo que lo hacía vibrar y emitía una señal acústica para llamar su atención.

Cuando me tocó de central, me dio pena sacar mi “banderita” que era “de madera de palo de árbol” y tenía atado un trapo de tela con los colores rojo y amarillo ¡No traje banderas!, pretexté y mis linieros sacaron cada uno la suya de su propio estuchito (todos llevaban uno, menos yo), así, fui el único que dirigí sin utilizar las “banderas electrónicas” que años después llegarían a México.

Esta “penosa” anécdota viene a cuento; en virtud de que, la tecnología arbitral ha separado al futbol entre ricos y pobres abriendo una brecha cada vez más grande.

Para ejemplo bastaría solamente un botón. La tecnología que se empleará en la Copa del Mundo 2026 parece de a mentiritas. En el fuera de juego existirá un software que estará calibrado con un chip contenido en el balón y con la detección de 29 puntos anatómicos en cada uno de los 22 futbolistas coordinado con más de 30 cámaras para la detección inmediata de un off side. Una señal auditiva llegará hasta el cuerpo arbitral para indicarles que existe una posición adelantada en tiempo real. Además, se producirá, inmediatamente, una imagen en tercera dimensión que respaldará la marcación.

Las vueltas que dio la vida (y el progreso). En mis inicios “La Guía Universal para Árbitros” garantizaba que todos los partidos que se celebraran en el mundo entero serían arbitrados de la misma forma … profesionales o amateurs.