POR HEIDI PELLERANO

Este domingo 10 de marzo fue la final de la primera Copa Oro W. Para la afición fueron 23 días de acción y mucha emoción, pero para nuestro equipo fueron 5 años de mucho trabajo y compromiso con el fin de seguir levantado el futbol femenil en toda la región de Concacaf.

Tuve el privilegio de unirme a la Concacaf en febrero del 2019, y desde el primer día me abrieron la oportunidad para estar en la mesa discutiendo la estrategia para el futbol femenino para el cuatrienio rumbo al Mundial 2023 en Australia y Nueva Zelanda. Esa estrategia fue presentada a nuestras asociaciones miembros y el resto del mundo en el congreso del 4 de junio 2019 en Paris, antes del comienzo del Mundial.

La estrategia tenía tres objetivos que todos acordamos eran esenciales basado en la gran variedad de realidades que encontramos cuando estudiamos cada una de las 41 asociaciones miembros en Norte, Centroamérica y el Caribe:

Cambiar Percepciones: comunicar la importancia del futbol femenino y abogar por cuestiones clave que afectan a las mujeres.

Construir Bases: crear trayectorias profesionales para desarrollar y empoderar a las mujeres.

Crecer la Participación: construir un modelo de crecimiento autosostenible y aumentar el valor comercial del futbol.

Para asegurar que la estrategia no solo fuera un ejercicio en papel se establecieron metas para cada departamento. La ejecución de esta visión no fue perfecta, ni fácil, como saben bien el mundo se cerró en marzo del 2020 y el balón dejó de rodar, pero nuestro compromiso nunca vaciló. Se lograron muchas metas importantes incluyendo

Un nuevo formato de competencias le dio la oportunidad a 27 asociaciones miembro de jugar en casa por primera vez.

Con este nuevo formato se aumentó el número de partidos de las selecciones nacionales a 188 durante el ciclo.

Con más oportunidad de competir, aumentó el nivel competitivo en la cancha, esto llevó a un récord de 6 selecciones nacionales de Concacaf a competir en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023.

Se hizo inversión a todos los niveles que resultaron en aumentos de 23% en el número de árbitros femeninas, de 237% en entrenadoras femeninas y más allá pudimos impactar a miles de mujeres y niñas mediante iniciativas de futbol comunitario.

El punto final de esta estrategia fue la ejecución de la primera Copa Oro W. En la cancha la competencia fue histórica, Puerto Rico tuvo un torneo sin precedente enfrentándose a cuatro equipos que compitieron en el Mundial 2023, terminando con un récord de 2 triunfos y 2 derrotas. La Tri capturó el corazón de todos cuando vencieron a su gran rival Estados Unidos en el último partido de la fase de grupo y avanzaron hasta las semifinales. La victoria de México por 2-0 fue la primera derrota para el equipo estadounidense ante un rival de la Concacaf en su propio país desde el 2000, y su primera derrota ante México en 14 años. Nuevas estrellas se dieron a conocer, y la realidad es que la calidad del futbol demostró crecimiento gracias a la inversión y compromiso de todos en la región.

La Final fue el broche de oro que se merecía esta competencia y la estrategia. Estados Unidos se coronó como campeón venciendo a un Brasil que luchó con 11 tiros a gol. Pero en mi opinión, las y los ganadores fuimos todos en Concacaf, porque 31,528 aficionados estuvieron presentes en la Final, el torneo batió récords de audiencia y nueve patrocinadores creyeron en la estrategia y se comprometieron a crecer con nosotros.

Este es solo el comienzo. Pronto estaremos haciendo más anuncios mientras impulsamos la estrategia para este próximo ciclo rumbo al Mundial 2027. Espero que más se sumen a este movimiento para lograr muchos más éxitos.