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Hablillas. José Ángel Parra
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José Ángel Parra

1, julio 2024 - 5:02

Guillermo Almada

Luego de la pronta, aunque temida eliminación de nuestros resucitados ratoncitos verdes en la fase de grupos de la Copa América (decían que el término de los roedores formaba parte del pasado, pero ya vimos que no) y de acumular fracasos, tras quedar en la misma primera ronda, tal como sucedió en la Copa del Mundo de Qatar 2022, valdría la pena que, de verdad, los dueños del balón se den a la tarea de armar una genuina reestructuración del futbol mexicano que le permita observar una evolución en el próximo Mundial de 2026, pero que aterrice a entregar resultados reales de aquí a 2034, justo en 10 años.

Primero tienen que apostar por contratar a un director técnico apto en las nuevas generaciones, como el uruguayo Guillermo Almada, quien ha comenzado a ofrecer buenos números en el Pachuca (se habla de Javier Aguirre como relevo de Jimmy Lozano, pero lo cierto es que el Vasco ya tuvo dos oportunidades importantes y ambas las desaprovechó estrepitosamente, por lo que traerlo de vuelta sería como volver a los grotescos errores del pasado). Enseguida y en paralelo con este crecimiento, urge reglamentar un tope de cuatro jugadores extranjeros por equipo (no de aquí a cinco años, sino de inmediato), al tiempo de darle seguimiento al proyecto entregado recién y que apunta a conceder minutos a los jóvenes.

Igualmente deben de pensar en revivir el ascenso-descenso con una certificación enfocada, más bien, a la incorporación de empresarios con valores y que estén ajenos a corruptelas. Asimismo necesitan flexibilizar el cuaderno de cargos, que en la actualidad está repleto de exageraciones, que hoy en día marginan incluso a múltiples clubes importantes de Europa, sobre todo en el tema de los estadios y los campos de entrenamiento.

El programa, a mediano y largo plazo, apuntaría a recuperar generaciones de jóvenes que han sido ignoradas olímpicamente durante años y, en paralelo, ayudarían a que más mexicanos aspiren hacia el Viejo Continente. El campo de negocios cambiaría para bien, porque en la actualidad contratan demasiados foráneos y en su mayoría de medio pelo, situación que no alivia en nada a que el futbol nacional crezca y sea competitivo. Los fracasos están a la vista.