EL pasado 25 de agosto, Antonio Lozano Pineda, presidente sancionado por el Sistema Nacional del Deporte y excluido como titular de la FMAA de acuerdo con sus propios estatutos, hizo llegar la Convocatoria de la Asamblea General Electiva 2014, con una serie de anomalías detectadas por especialistas que han puesto en tela de juicio el proceso electoral ante el vacío existente en el Consejo de Vigilancia Electoral Deportiva (COVED).
La convocatoria con ese nuevo concepto “electivo” no estipula el proceso para formar las planillas -los tiempos y las formas-, por lo cual actúa a favor de Lozano y en contra de las personas que se quieran postular. Una convocatoria hecha a la medida, sin embargo, también refutada “ya que no reúne ni el 40 por ciento de legalidad”.
¿Se vislumbra un “fraude electoral” que tendrá como escenario en el domicilio “la Casa del Atletismo” ubicado en Boulevard Santa Cruz número 63, esquina Colina de Kan, Colonia Bulevares, Naucalpan, Estado de México? Mientras tanto, un grupo opositor, mientras son peras o son manzanas: “impugnará la convocatoria con la finalidad de lograr una suspensión provisional a efecto de que no se realice la Asamblea Electiva”.
Dentro de la lucha legal entablada desde hace cinco años y a pesar del reconocimiento de la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte desde el 10 de junio del 2010, Antonio Lozano desconoce a Israel Benítez como presidente de la Asociación Veracruzana de Atletismo (sede del campeonato nacional de este fin de semana) y de tal suerte recurrirá al amparo con la finalidad de no tener un adversario legalmente reconocido.
Dentro de todo este vericueto aparecen estatutos que no son contemplados en el escriturado públicamente del 16 de octubre de 2010 y protocolizado en noviembre del mismo año y acreditado ante la CAAD que le dan personalidad jurídica: “Pone los mandamientos estatutarios que él considera: el 27 bis que no aparece en el Estatuto y de ahí reglamento del estatuto 61 bis y 61 ter, acreditados por el tribunal deportivo mexicano (CAAD).
Dentro del mismo tenor en los estatutos originales no aparece el concepto de “Asamblea Electiva”. Precisa el documento enviado a sus agremiados que será de carácter privado, por lo cual no dejara entrar a los que “no le convengan”.
Asimismo, lo que hemos señalado en diversas oportunidades el consejo y presidente de la FMAA ya no están en funciones estatutariamente, con una herencia de un adeudo ante la Secretaria de Hacienda y Crédito Público de la extinta Federación Mexicana de Atletismo.
La FMAA envió un archivo adjunto dirigido para los presidentes de asociación para que lo firmaran como si hubiesen celebrado sus Asambleas Ordinarias, en lo que han considerado algunos miembros de la familia del atletismo, “un golpe bajo a la democracia, un plan con maña”.
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