EL clavadista Rodrigo Diego, a los 17 años, logró lo que ninguno en su categoría dentro del deporte nacional, en menos de un mes, conquistó cinco preseas, dos durante los Juegos Olímpicos de Nanjing y tres en el Campeonato Mundial Juvenil de Clavados que se realiza en Penza, Rusia.
Integrante del equipo del tapatío Iván Bautista, desde que salió del aeropuerto internacional Benito Juárez rumbo a China, estaba seguro que traería medallas, el primero de los factores expresados por Rodrigo fue el trabajo realizado a lo largo de casi una década  y el grado de dificultad de sus evoluciones. Pero, lo más importante la condición humana que ha sorteado para ser alguien en el deporte y ha empezado como los grandes.
Para el Mundial sufrió la demora de dos días para realizar el viaje, por la falta de la carta de autorización de sus padres, y a pesar de esa dificultad cosechó tres medallas, el oro, en sincronizados con Adán Zúñiga, una plata en trampolín de un metro y un bronce en tres metros.
Rodrigo estaba en una situación en extremo complicada, ya que es hijo de una madre soltera y  días previos al preolímpico de Guadalajara, en julio pasado, sufrió un derrame cerebral que la tiene postrada en silla de ruedas. Rosalba, profesora jubilada,  así como su hijo ha subido al podio en cinco ocasiones, ella empezó a mover una de las extremidades inferiores.
Ahora será propuesto al Premio Nacional de Deportes, junto con sus compañeros de equipo: Iván García, bronce en la Copa del Mundo y Alejandra Orozco, doble medallista de los Juegos Olímpicos de Nanjing y a la espera de sus resultados en el Mundial que se realiza en Rusia.
Rodrigo de ganar el PND 2014, seguramente ayudaría mucho a la situación familiar, aunque su padre reapareció y han mantenido contacto, la tía cuida de su madre para que Rodrigo pueda estudiar y entrenar en las instalaciones del CODE, en Jalisco.
La escuela que ha impulsado Iván Bautista tiene la singularidad de un trabajo de gimnasia, acrobacia, ballet, pesas, catre elástico, entre otros para lograr mantener a México dentro de las potencias mundiales de los clavados, con una competencia cada vez más difícil en todas las categorías.
Rodrigo Diego aún necesita madurar más, pero adelantamos que estará en la pelea rumbo a los Juegos Olímpicos de Río 2016, en sincronizados de tres metros con Kevin Chávez o Yahel Castillo.
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