Antes de que se cantara el playball del primer partido entre Rockies de Colorado y Astros de Houston, en el diamante infantil del estadio Alfredo Harp Helú algunos jugadores de ambas organizaciones ofrecieron una clínica a un centenar de pequeñines de la Fundación John Langdon Down, en una clara muestra de que la MLB es incluyente.

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Los niños y jóvenes participantes convivieron con sus ídolos y más allá de eso, tuvieron la oportunidad de aprender más del “Rey de los Deportes”. Con total disposición, elementos como Jeremy Peña y José Urquidy, de los Astros, así como Elías Díaz, de los Rockies, junto a los expeloteros mexicanos Vinicio Castilla y Jorge de la Rosa atendieron a cada uno de los participantes.

Se podía observar a un Jeremy Peña en la caja de bateo colocando las pelotas de goma en una base para que los pequeñines le pegaran a la bola, ninguno pasaba sin pegarle a doña blanca y una vez que lo conseguían eran impulsados a correr alrededor del pequeño diamante hasta llegar al home y festejar la carrera.

NIÑOS DISFRUTARON CON ESTRELLAS DE ASTROS Y ROCKIES

Los chiquillos siempre estuvieron de buen humor al vivir esta inolvidable experiencia, tanto fue de su agrado la convivencia que duró más de una hora que mientras hacían las filas para batear la bola se ponían a bailar la música banda que acompañó la clínica. Todo al ritmo también de la mascota de los Astros, Dinger, quien era un motivador más de estas clases de la “pelota caliente”. Los participantes también tuvieron la oportunidad de lanzar la pelota y los expertos de igual manera estuvieron muy al pendiente en esta dinámica incluyente.

“Para mi es algo muy grato, muy especial poder compartir parte de mi carrera, de mi talento con niños especialmente ellos, que Dios los bendiga y me siento muy orgulloso de estar aquí. Es muy grato, es algo por lo que se trabaja para ser ejemplo de los niños, especialmente los que juegan este deporte y para mí es una bendición”, expresó el receptor de Rockies, Elías Díaz.

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Para cerrar el evento, los niños se pusieron en el centro del diamante para la fotografía del recuerdo y después hicieron una última fila donde recibieron algún regalo por parte de sus ídolos, estampas, mochilas, bates y pelotas de juguete, y hasta un peluche de Dinger. “Es bonito siempre ver a los niños sonriendo que se están divirtiendo y para nosotros también es algo grande poder arrancarles una sonrisa a estos niños. Que sigan (estos eventos), es bonito la integración con ellos, las Ligas Mayores están haciendo un buen trabajo integrando a los niños con capacidad”, declaró Vinicio Castilla.