El deporte femenil ha crecido con los años y en el proceso, las pequeñas acciones han llevado poco a poco a resultados que hoy se traducen en los terrenos profesionalización. Romina Calatayud es una de las principales apasionadas que, a través del futbol, han visto la manera de aportar un granito de arena para que las niñas puedan cumplir sus sueños.

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Romina es fundadora de Chicas Unidas, una organización que se dedica a empoderar a niñas y a mujeres a través del futbol. “Nuestra misión es que todas las niñas tengan un espacio seguro para jugar, en donde puedan desenvolverse. En donde puedan alcanzar su potencial, tanto dentro de la cancha, pero también fuera de ella. Queremos darles las habilidades de vida que necesitan para ir y cumplir sus sueños”.

La organización comenzó como un proyecto de Romina para generar espacios seguros para que las niñas pudieran practicar deporte. Además de proporcionarles enseñanzas que pudieran utilizar para la vida cotidiana. Algo que comenzó de poco en poco en Quintana Roo con una sede, ha tenido tanto revuelo que hoy en día tiene varias sedes en el país y en otras partes del mundo como Londres.

“Toda la vida he jugado futbol y ha sido una parte importante en mi vida que me transformó. El estar en ambientes de deporte y de equipo me motivó. Quería crear algo en donde las niñas en cualquier parte del mundo tuvieran oportunidades y espacios para que se desarrollaran”.

Dentro de Chicas Unidas, Calatayud busca generar un vínculo de confianza entre las niñas y entrenadoras, que puedan ver buenos ejemplos.

“Todas las entrenadoras mujeres son amantes del fútbol, son apasionadas, capacitadas, forman parte de la comunidad local y son modelos a seguir para las niñas. Es algo muy bonito porque son pocos los clubes con entrenadoras femeninas. Es parte de crear ese vínculo de confianza para sentirse seguras, tu entrenadora se vuelve alguien en quien buscas cumplir esos sueños de futuro”.

En las actividades que lleva a cabo la organización Chicas Unidas, se encuentra un torneo que realizan de manera anual para conmemorar el Día de la Mujer, donde más de 100 niñas se dan cita para competir y convivir, especialmente hecho para las niñas y jóvenes.

“Desde hace 7 años, organizamos este torneo. Nos importa mucho hacer visibilidad de todos los retos que todavía existen para las niñas y las mujeres en el deporte, pero también celebrar y juntarnos para hacer un buen momento de hermandad. Estos espacios son súper importantes para que las niñas sepan que no tienen límites, que no tienen que sentir que no pueden ir y hacer lo que sueñen”.

Chicas Unidas alienta a las niñas a ser profesionales

El avance que ha mostrado el futbol femenil con los años y la creación de la Liga MX Femenil, así como los avances que ha mostrado en el último año el Tricolor femenil en competencias internacionales, sirve como motivación para las nuevas generaciones que, según explica Romina, le dan pequeñas esperanzas.

“Entender que puedes llegar a ser futbolista profesional te cambia completamente el camino. Les hemos preguntado a las niñas cómo imaginan su futuro y muchas han escrito que quieren ser futbolistas profesionales. No dudo que de la sede en Iztapalapa salgan las próximas mujeres que van a jugar en la Selección”

La fundadora de Chicas Unidas destacó que no solo es inspirador el trabajo profesional de las futbolistas, sino que ayudan a las nuevas generaciones. Rompen barreras y puedan llegar con mayor facilidad a sus sueños y metas.

“Esa visibilidad, esos logros que está teniendo la selección de México, inspira a estas niñas a aspirar a eso. Es algo que empieza a cambiar las perspectivas. No solo de ellas, sino también de sus familias, que entienden que hay que apostar por el futuro de las niñas en el fútbol”.

Calatayud señaló también que el mismo avance dentro del balompié femenil ha logrado impactar no solo a las niñas, sino a familias y personas con las que se desenvuelven.

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“Antes para las familias el llevar a un niño al fútbol era una inversión, pero el llevar a una niña era un gasto porque… ¿A qué la va a llevar? Y eso ya está cambiando. Ahora el llevar a una niña al futbol también puede ser una inversión a futuro en donde no sólo puedes jugar profesional sino conseguir becas en universidades”.