“¿Dónde estás Guillermo “El Memomandante” Martínez?”, se preguntan en el Club Puebla tras caer la noche del viernes 2-1 con Necaxa en la presentación en el Estadio Cuauhtémoc en el Torneo Clausura 2024 de la Liga MX.

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El azul y blanco pasó de ganar de forma justa el partido 1-0 a perderlo en los últimos 10 minutos con goles de Edgar Mendez y Diber Cambindo.

Si Puebla no más no encontró la red la noche del viernes en el debut en el Estadio Cuauhtémoc ante Necaxa en el Torneo Clausura 2024 de la Liga MX; Los Rayos presumieron de tino, puntería y pegada porque las dos que tuvieron las mandaron a guardar con todo y que les echaron abajo un penal en el primer tiempo.

Lucas Cavallini aparecía para arreglarle la plana a La Franja en el arranque de segundo tiempo marcando de penal para guiar al azul y blanco a un hipotético triunfo al son de 1 por 0.

El canadiense volvía a festejar con la playera del Puebla FC cuatro años después de hacerlo por última vez cuando a los 59 minutos acomodaba el balón lejos del arquero Ezequziel Unsain, luego de que el árbitro central Vicente Jassiel Reynoso Arce decretara pena máxima en contra de Los Rayos.

Cavallini, marcando apenas dos goles el semestre pasado con Xolos de Tijuana, aprovechó así la oportunidad de arrancar por primera vez en la campaña como titular en detrimento en el XI de Martín Barragán.

La victoria parcial del Club Puebla se quedaba corta, porque la noche del viernes en el dos veces mundialista el blanquiazul gozó de las chances más claras.

EL PUEBLA NO PUDO AUMENTAR SU VENTAJA ANTE EL NECAXA Y PAGÓ EL PRECIO DE SUS ERRORES

Y es que en cada intento hasta antes del penal, el arco rival se le hizo pequeño a La Franja o el arquero hidrocálido simplemente le negó el gol.

De lo contrario que le pregunten a Miguel Sansores, quien de cabeza la echó por fuera en la primera mitad; luego hizo lo propio Lucas Cavallini; y Diego de Buen, de media distancia, se encontró con Unsain sobre el final del primer capítulo en el Estadio Cuauhtémoc.

Tal vez el Puebla FC paga una especie de penitencia al frente por vender a su última estrella porque cada que dispara al arco, la cabaña rival parece se hace pequeña o deja de medir 7.32 metros de largo por 2.44 de alto.

Sí, el Club Puebla perdonó y perdió. En el pecado pagó la penitencia.

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