Una semana más, los Cowboys continuaron con su paso arrollador, el equipo de la Estrella Solitaria, impulsado por el ánimo festivo del Día de Acción de Gracias, vapuleó 45-10 a los Commanders para extender a tres su racha de victorias. Dallas está cerca de su mejor forma justo cuando más importa.

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Los Cowboys cumplieron con su rol de favoritos. A pesar de tratarse de un duelo divisional, no hubo siquiera un amago de sorpresa por parte del equipo de Washington, cuyas debilidades tanto a la ofensiva como a la defensiva se magnificaron ante Dallas, un equipo que cuando muestra su mejor cara suele aplastar a sus rivales. Los Vaqueros sumaron su séptima victoria por 20 puntos o más en lo que va de la campaña, una estadística auténticamente demoledora.

Dak Prescott una vez más jugó un partido sumamente completo. El mariscal de campo completó 22 de 32 envíos para un total de 331 yardas y nada menos que cuatro pases de touchdown, el tercero con dicha cantidad en lo que va de la campaña. Por si fuera poco, por primera vez desde la semana dos, ligó partidos sin intercepciones, una de las tareas pendientes que parece estar en camino de resolver.

CADA DEPARTAMENTO DE DALLAS DESTACÓ

Los Cowboys brillaron en cada una de las facetas del juego. Por aire, los receptores Brandin Cooks y CeeDee Lamb volvieron a mostrar su mejor forma. El primero con una suma de 72 yardas y un touchdown, mientras que el segundo lo hizo con 53 yardas y un viaje a la zona prometida. KaVonte Turpin y el corredor Rico Dowdle se sumaron a la fiesta.

Por tierra, Dallas también logró ser efectivo en las piernas de Tony Pollard. El corredor registró 79 yardas y logró entrar en una ocasión a las diagonales. Como es costumbre con los Vaqueros, su defensa también puso puntos en el marcador cortesía del esquinero DaRon Bland, quien llegó a cinco touchdowns en lo que va de la campaña, para establecer un nuevo récord en la NFL.

LOS COMMANDERS SOLO AGUANTARON LA PRIMERA MITAD ANTE LOS COWBOYS

Si el panorama para Washington ya era desalentador antes del partido, la paliza deja muy mal parado al entrenador en jefe Ron Rivera. Los Commanders plantaron cara durante la primera mitad, al irse al descanso con marcador de 20-10, sin embargo, poco a poco la cosa se complicó para los capitalinos.

A pesar de que el mariscal de campo Sam Howell llegó al partido como líder pasador de la NFL, la estadística no esconde una de las principales debilidades del equipo, sobre todo al momento de protegerlo. El quarterback fue capturado en cuatro ocasiones para llegar a la escalofriante cifra de 55 capturas en la campaña, un indicador de que algo no está bien en la ofensiva.

Los Commanders solo lograron poner puntos en el marcador gracias a un acarreo del propio mariscal de campo y un gol de campo de Slye; después de eso, todo se tornó oscuro.

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