La pasión por el futbol se vive de la misma forma en México y Honduras. Ambos países muestran entusiasmo cada que una pelota rueda en las canchas. La Liga MX y la Nacional, son bastante diferentes, sobre todo en participantes, la mexicana con 18 equipos, mientras que la catracha con 10, además que, en patrocinios, entradas y estadios, los centroamericanos está unos escalones abajo.

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En un valor general, ofrecido por el portal transfermrkt, la competencia hondureña tendría un valor de cerca de los 30 millones de dólares, muy lejano a los 836 en la que está tazada la mexicana.

Curiosamente, el jugador de más valía en la competencia es un mexicano. Michael Pérez, con un valor de mercado de poco más de 500 mil dólares, es el hombre con mayor precio. El ex volante del Guadalajara fue multicampeón en nuestro país, pero no consiguió acomodarse en algún equipo de primera división y optó, como muchos más, a buscar suerte en los países vecinos del sur.

MÉXICO TIENE A LOS JUGADORES MÁS CAROS

En México, el jugador con la ficha más alta es el español del Monterrey Sergio Canales. El ex volante del Real Betis está por encima de los 14 millones de dólares. Incluso, tiene una diferencia importante de más de cuatro millones con el segundo puesto, el recientemente naturalizado, el americanistas Julián Quiñones, quien, junto a Fernando Gorriarán de Tigres, con nueve millones, son los que completan el podio de los más caros.

Entre los equipos, ninguno de los hondureños podría, si quiera, competir con los más humildes de nuestro país. Querétaro y Puebla son los equipos de menor valía, con 21 y 20 millones de dólares, mientras que los tres más poderosos catrachos, Real España, Motagua y el histórico Olimpia están en 4.32, 4.30 y 4.20 millones de dólares respectivamente, muy lejos de los Gallos Blancos y camoteros.

EN CUANTO A ESTADIOS LA LIGA MX SUPERA AMPLIAMENTE A LA LIGA NACIONAL

En cuanto a infraestructura, los tres grandes colosos hondureños son el estadio Olímpico de San Pedro Sula, el Nacional Chelato Uclés en Tegucigalpa y el General Francisco Morazán, ubicado en San Pedro. Los tres sobrepasan los 20 mil aficionados; con 40, 35 y 23 mil respectivamente. Muy cercano está el estadio Ceibeño con 22 mil, el Juan Ramón Brevé Vargas con 20, el Carlos Miranda con 10, el Francisco Martínez Durón con 8,500, el Emilio Williams con 8 y por último el Yankel Rosenthal con 5. Esas son las capacidades de los estadios que están en primera división.

En nuestro país, el estadio con menor aforo es el de los Bravos de Ciudad Juárez con 19 mil 703 aficionados, aunque, el coloso que visitará Honduras el próximo martes, el Azteca, sigue como el que impone un mayor respeto gracias a las 87 mil almas que le pueden entrar, algo muy distante a lo que viven los hondureños en casa.

Así son las diferencias entre ambas Ligas, México, tanto en competidores como en estructura y costo es muy superior a Honduras.

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