Los deportes siempre estuvieron presentes en la vida de Éxtasis, sin embargo, ninguna disciplina pudo captar del todo su atención. Diagnosticado con hiperactividad, ni el futbol o el beisbol fueron capaces de hacer que el niño poblano se decidiera a practicarlos. Todo cambió cuando la lucha libre llegó a su vida. El show, las luces y la posibilidad de interpretar a un personaje lo atraparon, al grado que por ‘los costalazos’ tomó una de las decisiones más irresponsables de su vida: salir de Atlixco para vivir en la Ciudad de México.

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“Mi decisión fue lo más irresponsable que he tomado en mi vida, pero la que más me ha traído cosas”, aseguró en charla con ESTO.

El gladiador de 21 años despertó un día con “la cosquillita de irme a la Ciudad de México”. Tomó sus ahorros y decidió viajar a la capital del país, donde tuvo que rentar un cuarto cerca del metro Coyuya y hacer una pequeña despensa para sobrevivir.

“Acabé viviendo en un sillón, porque el cuarto estaba muy feo y era compartido”, relató al tiempo de rematar con una reflexión. “Fue la peor decisión de mi vida, pero a la vez fue la mejor. Ha sido gratificante”.

Éxtasis comenzó su camino en la lucha libre cuando tenía 11 años, y aunque debutó a los 15, considera que cuando cumplió la mayoría de edad fue su verdadero debut como luchador profesional. A pesar de que el camino más sencillo para los luchadores poblanos es el de llegar a la Angelópolis para entrenar en la Arena Puebla, el de Atlixco decidió aventurarse más allá. Y es que, desde sus primeros combates comenzó a ser independiente ante la posibilidad de hacer pequeños viajes hacia Oaxaca o Guerrero.

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“Para llegar a la Arena Puebla es hora y media. Yo llevaba mi proceso muy bien, de hecho siempre he querido pertenecer a las filas del CMLL. Llegando a CDMX se me abrió otro panorama de la lucha libre y un mundo de posibilidades en las que quiero aventurarme”.

Éxtasis ya puede presumir que pisó la Arena Coliseo de Occidente y que estuvo en un evento televisado por Lucha Libre Triple A, aunque sabe que el verdadero reto es llegar algún día a la Arena México.

“Afortunadamente desde pequeño seguí mis sueños, que era ser luchador profesional y aquí estoy”, cerró.