La afición que abarrotó las gradas todavía no se terminaba de acomodar en el Autódromo Hermanos Rodríguez y Checo Pérez dijo adiós. Apenas en la primera curva del trazado mexicano, el tapatío, del equipo Red Bull, tuvo que retirarse de la competencia a las primeras de cambio tras un contacto con el monegasco Charles Leclerc, de Ferrari.

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Sergio Pérez concretó una largada soñada. Desde la quinta posición escaló casi al primer peldaño. Parecía que los dos autos Red Bull de inmediato se colocaban en la parte delantera de la carrera en detrimento de los Ferrari conscientes de que en el circuito existen pocas opciones de rebase, por lo que era importante hacer una extraordinaria arrancada. Sin embargo, el arriesgado plan del piloto de casa no funcionó y salió por los aires tras el impacto con Leclerc. El jalisciense se fue de largo y cayó al fondo de la clasificación.

Mientras que Max Verstappen tomó la punta y Carlos Sainz se quedaba rezagado, Pérez Mendoza trató de atacar a Leclerc, pero todo se desmoronó. Se perjudicó la suspensión de su RB19 para quedarse sin opciones, mientras que Charles sí pudo continuar.

“Checo” Pérez trató de seguir, sabía del compromiso ante su público, pudo llevar el auto a pits con la esperanza de regresar a pista con el claro objetivo de permanecer. No obstante, eso ya no fue posible. El tapatío estrelló sus manos en el volante una vez que se enteró que ya no tendría opciones de volver al trazado capitalino.

Silencio total se apreció en las gradas de la Catedral del automovilismo mexicano y no fue para menos. El piloto local se despidió de una manera increíble en una carrera en la que el podio estaba en la mira, todo era posible.

Pérez se arriesgó demasiado en la primera curva una vez que vio la posibilidad de alcanzar la punta. Terminó por pegar con el Ferrari del monegasco. Un abandono que enmudeció al Hermanos Rodríguez que desde el viernes estuvo entregado al piloto de Guadalajara.

Esta fue la segunda ocasión que “Checo” Pérez dice adiós de un Gran Premio de la Ciudad de México. La primera vez que eso sucedió fue en la campaña 2018 cuando era integrante Force India. En aquella oportunidad un problema en los frenos de su auto le impidió seguir. Esa vez el mexicano concretó 38 vueltas, este domingo ni siquiera un giro logró completar.

Un desastre total para Sergio, quien tenía la ilusión de lograr algo importante ante sus seguidores tomando en cuenta que en un momento dado podía dar batalla a los Ferrari y por supuesto dejar atrás al AlphaTauri de Daniel Ricciardo.

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Este fue el séptimo abandono de Sergio Pérez desde que es parte de Red Bull y el segundo de la presente temporada de la Fórmula 1 ya que apenas en el Gran Premio de Japón se despidió también por un contacto. En suelo nipón pudo rodar en las vueltas finales para pagar una sanción que no le perjudicara en Qatar, pero eso ni siquiera pudo repetirse ante su afición en la Ciudad de México.