Debido a la ocupación del ejército nazi en Italia a mediados de los años 40, Bruno Sammartino y sus seis hermanos solían esconderse en la montaña de Valla Rocca. Su madre, Emilia, se escabullía en la ciudad –invadida por los alemanes– para robar comida y suministros que les permitieran sobrevivir. Pero una vez que la capturaron, fue herida por un disparo en su hombro.

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Cuando un integrante de la familia se enfermaba, tenía que ser atendido con remedios caseros por la falta de recursos para medicina. Sammartino contrajo fiebre reumática -la cual ocasiona una hinchazón en el corazón- y para curarlo su madre tuvo que usar mantas calientes y sanguijuelas. Fue hasta 1950 cuando decidió escapar a los Estados Unidos y se estableció en Pittsburgh.

Sin embargo, el no hablar inglés y estar en guardia todo el tiempo por lo vivido anteriormente, en las escuelas fue víctima de bullying por sus compañeros. Bruno decidió empezar a hacer pesas para fortalecerse. Y se inscribió a la escuela de lucha libre, donde fue entrenado por Rex Peary.

Su potencia física y dureza en los golpes llamaron la atención de los promotores locales de la época. Que buscaban revitalizar el honor de la lucha libre como deporte. Para que dejara de ser considerado como un deporte ‘falso’ o ‘guionizado’. La mayoría de ellos pertenecían a la NWA, pero fue Roderick McMahon (creador de la CWC, hoy conocido como WWE) quien lo contrató para que fuera su máxima atracción.

La popularidad y el carisma de Bruno Sammartino hicieron que se catapultara como el luchador más popular del país sobre el resto de promociones independientes en los territorios del Norte y Este de Estados Unidos. El punto clave fue cuando el 17 de mayo de 1963, en el Madison Square Garden (la arena más emblemática de lucha libre en Norteamérica), el italiano venció a Buddy Rogers y se convirtió en el nuevo campeón de la WWWF.

El reinado de Bruno Sammartino de ocho años ininterrumpidos

El reinado de Bruno fue de ocho años ininterrumpidos, lo que lo pone como el campeón con el reinado más largo de todos los tiempos. Sammartino fue pieza clave para que la WWWF monopolizara la industria. Ya que junto con la empresa, se presentaron en todas las regiones de Estados Unidos y llamaron la atención del público. Por lo que el resto de compañías se quedaron en bancarrota.

Ivan Koloff fue quien derrotó por primera vez a Bruno Sammartino en casi una década. Y le arrebató el campeonato mundial, aunque el reinado fue de sólo 21 días. Bruno regresó en 1973 a la escena estelar y volvió a ganar el cinturón en Nueva York, que sostuvo por más de tres años.

Si sumamos sus dos reinados como campeón máximo, la cifra es de 4 mil 40 días, es decir, 11 años. Si bien, Roman Reigns, el campeón actual de WWE rebasó recientemente la cifra de mil días. Como campeón, aún está lejos de los números de Sammartino.

La etapa de Sammartino como luchador llegó a su fin en los años 80. Justo cuando empezó la ‘Golden Era’, que se caracterizó por tener a las mejores superestrellas del mundo en aquel momento. (Hulk Hogan, Andre The Giant, Randy Savage y Ultimate Warrior).

No obstante, cuando Vince McMahon convirtió el negocio de la lucha libre en entretenimiento deportivo, Sammartino se desentendió y no quiso volver a estar relacionado con ellos. Ya que no le agradaba el estilo de dar a conocer el producto en las nuevas generaciones. Pero después de varios intentos, Vince y Triple H convencieron a Bruno de asistir a la inducción del Salón de la Fama en 2014. Mismo donde él fue la atracción principal.

Finalmente, en 2018, falleció a causa de una enfermedad del corazón a sus 82 años y la WWE le rindió homenaje con 10 campanadas como una de sus máximas figuras de la historia. Sobre todo antes de que empezara la época de monopolio y expansión mundial.

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