Los Tigres arribaron a Nuevo León que no durmió. La afición universitaria alargó la fiesta por toda la madrugada de este lunes hasta las primeras horas de la mañana. En ningún momento dejó solo a su equipo después de haber ganado la octava estrella de su historia en la Perla Tapatía.

TE GUSTARÍA: Tigres entra al top 5 de los equipos con más campeonatos de liga, ¡Adiós, Pumas!

Tigres primero levantó el trofeo y dio la vuelta olímpica en el estadio Akron tras lograr una voltereta épica ante Chivas, pero al coronarse en patio ajeno como es su costumbre, le faltó sabor a su celebración, por eso, de inmediato viajaron a la Sultana del Norte, tomaron un vuelo que salió a las 2am de Guadalajara directo a tierras regiomontanas, donde ya los esperaban miles de aficionados.

Primero en el Aeropuerto. Decenas de seguidores los esperaron en el recinto para festejar primero que nadie con sus monarcas.

Después fue en su casa auriazul. Donde se vivió el mejor ambiente. Las puertas del estadio Universitario se abrieron desde las 3am. Largas filas se pudieron observar en San Nicolás de los Garza a pesar de las altas horas.

Aproximadamente 20 mil personas se dieron cita al festejo. Todo fue una locura, sobre todo cuando aparecieron los jugadores por el tunel que da a la cancha. A las 4:30am inició el festejo.

“Dale Campeón, dale campeón”, retumbó en uno de los lados de las gradas del estadio, la cual lució abarrotada. “Ya te vi campeón otra vez”, siguieron los cánticos al unísono.

Los futbolistas del equipo felino se dejaron apapachar, mientras pasearon con el trofeo por todo lo alto. André-Pierre Gignac, Nahuel Guzmán, Guido Pizarro, Sebastián Córdova, Fernando Gorriarán, Javier Aquino y el director técnico Robert Dante Siboldi, fueron los más vitoreados.

Por un lapso de 45 minutos, los cánticos y gritos no se apagaron. Los jugadores de la UANL presumieron sus habilidades como cantantes. Incluso sonó la famosa canción cábala del Rebaño Sagrado.

“Si quieres pásame su número y le marco, pa’ explicarle como puede ser campeón”, quizá en son de burla al equipo rojiblanco, que se quedó con las manos vacías.

Todo fue un festejo incomparable. Tigres celebró con su afición la obtención de la octava estrella y de haberse colocado definitivamente como uno de los clubes más ganadores de la historia, por encima de Pumas y a sólo uno de Cruz Azul.

Recibe vía WhatsApp todas nuestras noticias deportivas, manda la palabra ALTA en este enlace