Por Luis Carlos León

Cómo cada 14 de abril, desde 2013, se conmemora al guardián de los tres postes, pues se celebra el Día Internacional del Portero; sin embargo, su orígen está ligado concretamente con la leyenda de los Tuzos del Pachuca, Miguel Calero.

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Lo anterior, derivado de que sirve como homenaje por parte de la marca que le vestía, para el Condor, quien nació un día como hoy, pero de 1971, en Ginebra, Valle del Cauca, Colombia.

A partir de ahí, la iniciativa fue tomando forma, hasta que se extendió a distintos puntos del continente, así como Europa, hasta ser conmemorado en el resto del mundo.

El investido post mortem, al Salón de la Fama del Futbol Internacional en 2019, quien fue el portero con más partidos jugados en la historia, debutó a los 17 años en el Sporting de Barranquilla.

Luego de ello, Calero estuvo en otros clubes como el Deportivo Cali, equipo con el que consiguió un título en 1996, y pasó al Atlético Nacional de Medellín.

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Al mismo tiempo, ya era titular con la selección Colombia, con la que disputó 72 compromisos, de los cuales 48 fueron como titular.

Uno de los encuentros más memorables con la camiseta amarilla, fue en la Copa América de Paraguay, en 1999, en la que se enfrentó en tres ocasiones a Martín Palermo (extécnico de los Tuzos), desde el punto de penal, y en todas, el Loco erró sus disparos, enviándo un par a la tribuna, y entregando al Cóndor el restante.

MIGUEL CALERO, HISTÓRICO CON LOS TUZOS

Fue a partir del 2000 cuando recaló en los Tuzos del Pachuca, equipo con el que marcó una época, y en el que consiguió cuatro títulos de Liga MX, entre 2001 y 2007, así como cuatro Ligas de Campeones de la Concacaf (2002, 2007, 2008 y 2010); ademàs, fue él quien levantó al cielo de Santiago, Chile, el único título de un club mexicano en competencias de Conmebol, con la obtención de la Copa Sudamericana, en 2006.

El retiro de Miguel fue el 22 de octubre de 2011, en un encuentro disputado ante los Pumas de la UNAM, que terminó con empate sin anotaciones.

Casi un año después, el 4 de diciembre de 2012, Miguel Calero falleció en la Ciudad de México, a causa de un paro cardiorespiratorio, luego de estar varios días en un hospital, a causa de una embolia.

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Una de sus frases más célebres para los aficionados de los Tuzos, fue el día que anunció su retiro, y que el club mantiene a las afueras del estado hidalgo.

“Si volviera a nacer, me llamaría Miguel Calero. Y defendería a huevo (sic), los colores del Pachuca”, mencionó el Cóndor en aquella ocasión.