1, abril 2023 - 22:14
La Arena Coliseo albergó 6000 personas en su magno evento | Foto: Luis Garduño
Cuando se habla del hogar de la Lucha Libre mexicana es normal que la Arena México se lleve los reflectores, basta como argumento que tenga como sobrenombre la “Catedral”. Sin embargo, donde se forman las estrellas y hay una constante entrega el público al no estar hecho para turistas no es la México, sino en la Arena Coliseo que la noche de este sábado vivió una fiesta más al cumplir 80 años.
La celebración comenzó desde las cinco de la tarde con el reconocible olor a garnacha que inundó la calle del “Embudo de Perú 77”, único en el folklore de barrio que tiene cada esquina del Centro Histórico.
Mientras caía la tarde llegaron los puestos de máscaras, posters, recuerdos, junto con la afluencia del público que, fiel a la costumbre de los asistentes, llegar temprano nunca está en el itinerario.
Para una noche diferente, el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) necesitaba de momentos diferentes. El primero de ellos fue una hora antes de comenzar la función con la develación en el centro del tinglado de una placa conmemorativa, con invitados de la talla de Blue Panther, Atlantis, Octagón y El Satánico, que engalanaron la ceremonia, arrebataron suspiros y también varias mentadas de madre por parte del respetable.
Grandes personalidades de la Lucha Libre Mexicana se dieron cita para celebrar los 80 años de la Arena Coliseo 🤩🏟️🤼♂️⭐
— Esto en Línea (@estoenlinea) April 2, 2023
📷: @LuisGardunoJr
📲 https://t.co/4erib8fiE2 pic.twitter.com/hPWNhFcsDv
Y es que quién va a disfrutar de una lucha a la Coliseo sabe bien lo que quiere: buenos combates, cerveza y sobretodo liberarse del estrés del día a día con cuanta grosería puedan expulsar. El CMLL lo sabe bien, y eso les da.
“Vengo a la Coliseo desde el ‘84 y siempre es lo mismo, es venir y gritarles, olvidarme de todo y pasarla con la familia, sobretodo eso. Compartir con mis hijos, luego con mis nietas, es emblemático”, comentó a ESTO el aficionado Ismael Sánchez.
“Para mí la Lucha Libre es todo: es diversión, es tradición y es un orgullo trabajar aquí, sirviéndole al público”, dijo al Diario de los Deportistas Santos Romero Méndez, vendedor de la Coliseo desde hace 27 años.
Aun con la gente atorada en la entrada para acceder al recinto, la función dio inicio con una ferviente afición que no perdía oportunidad de gritar, sobre todo desde lo más alto del embudo donde los aplausos se los llevaron Shockercito y Último Dragoncito en los relevos de Pequeñas Estrellas.
Lluvia, La Jarochita y Princesa Sugehit se llevaron la victoria ante Zeuxis, Stephanie Vaquer y La Catalina 🔥💪🏻🤼♂️
— Esto en Línea (@estoenlinea) April 2, 2023
📲 https://t.co/PwWXXm1qgN
📸 | @LuisGardunoJr pic.twitter.com/WmObjGJ3NA
Posteriormente, ya con el inmueble casi a tope, las Amazonas aparecieron con un espectáculo donde Lluvia, Jarochita y Princesa Sugehit se alzaron con la victoria. Pero la verdadera explosión en las gradas se dio con una pelea campal de larga duración entre 10 nuevas estrellas, donde Rey Samuray levantó al público de sus lugares en más de una ocasión.
Tras una breve pausa para reconocer a “La Cancerbera” como la “Mejor aficionado en la historia de la Lucha Libre”, los invitados de honor volvieron al ring. Octagón, Atlantis y Blue Panther, como si fueran eternos, entregaron una lucha a la antigua, con llaves y constante conexión al público que disfrutaron sobretodo sus contemporáneos.
El broche de oro, como ha sido una costumbre desde hace unos años en los eventos más importantes del CMLL, estuvo a cargo de Místico. Que con solamente su música de entrada puso de pie a propios y extraños para junto a Soberano Jr y Ángel de Oro, derrotar a Templario, Averno y Volador Jr, con todo y que por un momento perdió la máscara, y con el enfado de una arena que claramente tiene una tendencia por los rudos.
“Gracias por esta entrada, sin ustedes nosotros no existimos”, dijo el Místico al público tras su victoria, antes de regar a Averno y Volador Jr en un máscara vs cabelleras para el siguiente aniversario, pero ante la negativa de los rivales toda la arena les cantó ese eufórico grito prohibido que se originó en los partidos de la selección mexicana de fútbol.
Una noche casi única, pero que culminó como es regularmente: con los aficionados satisfechos a la espera de otro fin de semana de Lucha Libre en el “Embudo de Perú 77”.