Ovacionada, aplaudida y homenajeada, la ex luchadora Irma González volvió a la Arena México. Ahí revivió la época en donde se convirtió en leyenda y hasta se dio el lujo de entregar la Copa que lleva su nombre a la ganadora de la noche: Princesa Sugehit. Doña Irma, momento más tarde, hasta se dio el lujo de cantar.

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La mítica González subió al cuadrilátero y de inmediato los aplausos aparecieron.Todos los presentes la enaltecieron por ser la primera mujer en ser homenajeada en la Arena México, junto a Salvador Lutteroth. Es toda una leyenda de los encordados nacionales.

Los aplausos eran tan eufóricos que apenas se escuchaban las palabras de Salvador Lutteroth, quien como presidente del CMLL entregó el reconocimiento a Irma, quien lo recibió gustosa y con una alegría tan inmensa que ni su sonrisa alcanzaba.

“¿Ustedes saben cómo me decían en aquellos tiempos donde luchaba (1955-1996)? Sin esperar la respuesta ella misma dijo: “Pues me decían ‘mamasita’…”

En honor a la Amazona, la Copa de anoche portó su nombre. Durante la función, el trofeo fue disputado por 14 gladiadoras y que terminó por conquistar Princesa Sugehit en una batalla digna del júbilo del público. Sugehit Recibió la bendición de la laureda, quien estaba feliz de recibir todo el cariño de la Catedral de la Lucha Libre mexicana.

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Al final, Irma González se llevó un homenaje, pero en el ring se quedó el recuerdo de sus gestas como una de las glorias que ha dado el deporte espectáculo en el país.

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