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11, diciembre 2022 - 18:54

┃ José Ángel Rueda

49ers salió victorioso en la semana 14 de la NFL. Foto: Twitter 49ers

El señor Irrelevante no lo es más. Luego de fungir como emergente en la victoria de la semana pasada sobre los Dolphins, Brock Purdy jugó su primer partido como titular y lo hizo de forma brillante, al comandar el triunfo de los 49ers 35-7 sobre los Buccaneers de Tom Brady. El quarterback novato lanzó dos pases de touchdown y sumó uno más por tierra para despejar todas las dudas que había a su alrededor. Hasta donde llegue San Francisco en esta campaña será de su mano. La única nota negativa radica en la lesión de tobillo de Deebo Samuel, aunque los primeros reportes indican que no es algo de gravedad.

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Los 49ers tuvieron una actuación destacada en ambos lados del balón. La ofensiva brilló, pero también la defensa, sobre todo ante un Tom Brady que no luce en su mejor nivel y que no puede depender de milagros semana tras semana. Tras un pase de touchdown que habría abierto la cuenta para Tampa Bay de no ser anulado debido a un holding, San Francisco mostró un dominio absoluto que pronto se tradujo en el marcador.

Los primeros dos cuartos fueron una exposición de las múltiples armas que tienen los gambusinos, con Deebo Samuel como protagonista del primer touchdown, en un acarreo de 13 yardas. Poco más tarde, fue el propio Purdy quien logró conquistar la zona prometida por tierra.

Kyle Shanahan dejó el juego conservador a un costado y decidió soltar medianamente las riendas al novato. Purdy respondió con seguridad, en un pase de 27 yardas a Christian McCaffrey y posteriormente en otro pase largo, ahora de 32 yardas, a Brandon Aiyuk. Los golpes consecutivos no hicieron más que evidenciar el mal momento que viven los Buccaneers, totalmente inoperantes a la ofensiva.

En la segunda mitad, Sahanahan no dio lugar a las sorpresas, sobre todo con la conciencia de que enfrente estaba Tom Brady. San Francisco interceptó dos pases al mítico mariscal de campo y frenó cualquier amago de remontada. Por si fuera poco, aumentó la renta con una escapada de Christian McCaffrey, cada vez más adaptado al sistema de juego de su nuevo equipo. Fue en un acarreo de 38 yardas, en una jugada que es capaz de de resumir el partido de San Francisco, donde le corrió 210 yardas a los Buccaneers.

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El tiempo restante fue una práctica donde Brady buscó evitar la blanqueada, y lo logró con un touchdown de Russell Gage, casi de carambola, tras un rebote que el receptor alcanzó a salvar en la línea de gol, para posteriormente ingresar a las diagonales. No fue un regreso feliz a la bahía para Brady, al contrario, tuvo tintes de pesadilla.