Guillermo Abogado González

Foto: Erick Estrella

América perdonó, protagonizó, tal vez, su mejor partido en la era de Fernando Ortiz, pero no le alcanzó y se conformó con el empate 1-1 frente a un Pachuca, que salió vivo del estadio Azteca en este primer capítulo de las semifinales del Clausura 2022. La frustración se apoderó de los azulcremas, que pudieron liquidar la serie y ahora deberán ganar el domingo en el Hidalgo si quieren ir a la final, cualquier otro resultado no les servirá ante su habitual verdugo.

América a lo suyo, no se intimidó por el hecho de recibir al líder del torneo, se dio cuenta que San Luis, un equipo con menos argumentos lo hizo pasar apuros en cuartos de final, y así lo entendió Fernando Ortiz, quien buscó que los suyos salieran a comerse a los hidalguenses desde el silbatazo inicial. Eso le redituó en la primera de peligro de forma inmediata, pero Viñas perdonó increíble tras el pase de Fidalgo.

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Con el empuje de su afición, el ánimo siempre estuvo del lado azulcrema, sin embargo, los goles no le acompañaron en el primer lapso porque Diego Valdés mandó a la tribuna su remate frente al arco, en otra falla grotesca para los de casa frete a un rival irreconocible.

Tuzos no se encontró, estuvo desorientado, no apareció, no fue aquel cuadro poderoso que dominó en la fase regular, pero era el líder y antes del descanso casi saca ventaja, pero Guillermo Ochoa atajó el testarazo de Luis Chávez. Por lo que no había quedar por muerto al líder.

Tras el descanso, el guion no cambió, las Águilas continuaron al ataque, ejercieron presión, el esférico siempre pasaba por los pies de Fidalgo y Valdés, poco o nada aparecieron los recién convocados tricolores de Tuzos, Kevin Álvarez, Luis Chávez y Érick Daniel Sánchez, como si el llamado hiciera daño.

América encontró la recompensa a su dominio con el tanto del “10”, de Valdés, quien tuvo su revancha, luego de otro falló de Viñas, el único fuera del libreto americanista, y tras el rechace de un Ustari, quien acabó dolido en el primer lapso y parecía no estar al cien por un golpe en la espalda.

Las Águilas continuaron al acecho, aunque sin premio, de tal modo que los excesos de confianza no eran permitidos ante la poca diferencia en el marcador y por eso Tuzos, estaba moribundo, pero no muerto y así lo demostró cuando Avilés se quitó a Ochoa y fue derribado por Jorge Sánchez para un penal, que fue confirmado por el VAR y que anotó Nico Ibáñez para la igualada a un gol. Con muy poco los de la Bella Airosa apaciguaron el entusiasmo local. Nada fue lo mismo y todo se definirá en el Huracán.

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