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9, abril 2020 - 9:49

┃ Rubén Beristáin

Tiburones-Rojos-Veracruz

Fotos: Mexsport

La cuenta quedó en 76. En este 2020 ya no hubo nada que festejar en el heroico puerto de Veracruz, ya que el futbol fue suspendido en esa plaza de nuestro país, una que dio tantos dolores de cabeza a la Federación Mexicana de Futbol.

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Los Tiburones Rojos, uno de los equipos más representativos del futbol mexicano, vio frustrado un nuevo aniversario en su historia al haber sido desafiliado de la Liga MX, apenas en diciembre pasado.

La razones fueron muchas. Una bolsita que se llenó poco a poco y que causó lo inevitable.

El mal manejo del directivo Fidel Kuri, diversos problemas extracancha, entre los cuales destacan a una afición mal portada, un ascenso que costó 120 millones de pesos, influencia de promotores, protestas de jugadores a nivel nacional y, sobre todo, un sinfín de deudas, son sólo algunos de los tantos sinsabores que se vivieron en Veracruz. Ese mismo anecdotario, nada presumible, fueron algunas de las razones del adiós y las que obligaron a la Femexfut a desaparecer definitivamente a la institución jarocha, que hoy pudo haber cumplido 77 años de historia, pero eso ya no pudo ser.

Por si fuera poco, los escualos no solamente sufrieron en el ámbito directivo, sino también todo se vio reflejado en una crisis deportiva de 41 partidos sin conocer la victoria, racha que duró de agosto de 2018 hasta noviembre de 2019 con el triunfo sufrido ante Puebla.

Fue un 9 de abril de 1943, cuando el Veracruz fue fundado, precisamente en el mismo año cuando el profesionalismo llegó a México y eso lo convirtió en uno de los clubes fundadores de la Liga Mayor. Todo surgió con base en la protesta de un grupo de amigos que se reunió en el Gran Café de la Parroquia una tarde de primavera. Los grandes historiadores, en sus relatos, contaron que el equipo fue el resultado de la fusión de los equipos Veracruz Sporting Club y España de Veracruz, ambos representativos de la región en la época amateur, con jugadores de mucho potencial, procedentes de Europa, los cuales se asentaron en el Puerto Jarocho.

En su rica historia pasaron grandes jugadores como Luis de la Fuente, Antonio Carlos Santos, Jorge Comas, René Higuita, José Mari Bakero, Adolfo Ríos y hasta Cuauhtémoc Blanco, pero no hubo más.

El Tiburón, rey de los mares, se hundió en el más profundo abismo. Las velitas no se prendieron y el festejo se frustró en el Puerto, por primera vez en muchos años.