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9, septiembre 2019 - 10:04

┃ Violeta Alva

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POR VIOLETA ALVA
FOTOS: OSWALDO FIGUEROA

Pachuca.- A sus 16 años, Betuel Sánchez y Fernando Carreón ya son una leyenda de Pachuca. De las manos de los jóvenes guardametas, los Tuzos consiguieron el título internacional ante el Atlético de Madrid, en una batalla de película.

El primero de ellos, con un cabezazo a lo Moisés Muñoz, empató el partido en tiempo de compensación y mandó a tanda de penales; el segundo, fue un héroe al detener cuatro disparos y marcar el suyo, en una serie que se fue a muerte súbita.

Y es que a su corta edad, ganar una final de la manera en la que lo hicieron es algo que siempre estará en su memoria. “En un tiro de esquina antes de ese yo le grité al profe que me dejara ir, yo lo único que quería era hacer algo ahí, pero me dijo: ‘no, aguántate’. Y en el último tiro de esquina le volví a preguntar y me dijo que adelante. Creo que nadie se esperaba que yo lo metiera y estoy feliz porque se dio”, recordó Betuel en charla con el Diario de los Deportistas.

El arquero, originario de Cozumel, nunca se imaginó meter un gol tan importante en un escenario como el Azteca y mucho menos repetir una proeza como la de Muñoz.

“En ese momento se me vino a la cabeza todo el camino que he recorrido hasta ahora. No ha sido nada fácil y pensé en mi familia que no pudo asistir, pero que desde pequeño no me ha dejado solo. No me la creía”, contó. “Lo dimensioné hasta el final, ya que había pasado y dije: ‘acabo de hacer algo que pasó hace mucho'”, recordó.

Pero en un título todos los jugadores son importantes, y en este caso la otra pieza clave en el título fue Fernando Carreón, quien entró de cambio en tiempo de compensación. Él no pensaba tener minutos en el encuentro, mucho menos después de la gran actuación que había tenido su compañero, pero recibió la confianza del técnico y no lo defraudó.

“Al principio, la verdad sí como que me cambió la cara, pero dije: ‘hay que meterle’. Antes de entrar, el auxiliar Fabián Espino me da el cambio y me dice: ‘nos vas a hacer campeones’. Me dio toda la confianza del mundo y entré decidido a ganar el campeonato”, rememoró.

El joven de 16 años pasó a la historia y se convirtió en figura al detener cuatro disparos y anotar otro más. “El hecho de haber cobrado un penal nunca me lo había imaginado. Normalmente cobran los 10 y si la muerte súbita sigue, pues el portero. Para eso se trabaja, pero nunca me imaginé cobrar un penal y menos en el estadio Azteca”, reconoció.

Una de las habilidades del originario de Saltillo es precisamente ésa, adivinar los penaltis. Para eso hay una preparación previa, pero en esa final, curiosamente a los jugadores que estudiaron en ese momento ya no estaban en el campo.

“Nada más habíamos estudiado a dos, pero habían salido de cambio. Antes del torneo hablamos con Raúl García y nos dijo que nos la jugáramos con los que iban a patear cruzado. Nos tocó un partido contra Cruz Azul y luego otro contra Xolos y ninguno de los dos fue cruzado; entonces el profe nos dijo que nos lo dejaba a nosotros, que analizáramos al jugador y que pensáramos hacia dónde iba a patear”, contó.

Ambos arqueros saben que jugar juntos en un futuro en Primera División es complicado, pero sin duda es algo que les gustaría repetir. “Dios quiera, pero el futbol da muchas vueltas y puede ser o puedo ser yo que nos toque ir a León, Argentina, Chile, algún club que esté junto con el club, pero ojalá y sí”, cerró Carreón.

FRATERNIDAD

Más allá de ser rivales de posición o de que los dos quieren ser titulares, la complicidad que tienen entre sí es impresionante. Son compañeros de clases, vecinos en el club, tienen gustos muy parecidos, los dos quieren estudiar gastronomía y lejos de pedir que el otro se equivoque, pide que le vaya bien para que ambos mejoren. “Ya llevamos más de tres años juntos, hemos convivido muchas veces, tenemos una relación de amistad y de trabajo muy buena, siempre estamos hablando. Yo confié en él, respeté la decisión del entrenador. En ese momento yo le pedía a Dios y no tenía ninguna duda de que Carreón iba a parar los penales, estaba seguro que se iban a dar las cosas”, confió Betuel.