POR BRIAN SALES
FOTO: LUIS GARDUÑO

La noticia del cambio de sede no cayó bien en el seno americanista. Dentro de su horario de siesta vespertina se tomó la decisión de dejar el estadio Azteca fuera y disputar el América contra León en La Corregidora de Querétaro. El cuerpo técnico tuvo que despertar a cada grupo de jugadores para que guardaran sus cosas y se subieran al autobús.

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Algunos salieron con muy mala cara, como fue el caso de Nicolás Castillo y Agustín Marchesín, este último al menos se despidió de su familia antes de salir del hotel. Por su parte, Emanuel Aguilera se llevó hasta la almohada del hotel para dormir cómodo en el autobús.

El caso curioso fue el del argentino Guido Rodríguez, quien salió del hotel con todos los productos del mate que ya no pudo preparar tranquilo por la prisa de salir rumbo a Querétaro.

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Fueron pocos los elementos que pusieron buena cara, pero los hubo. Henry Martín y Bruno Valdez atendieron hasta el último aficionado que les solicitó un autógrafo y una foto.

Entre caras largas, mates a medio preparar, almohadas del hotel que se llevaron y una que otra sonrisa, América partió rumbo a Querétaro para medirse en el juego de ida de las semifinales del Clausura 2019 ante el León.