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31, marzo 2018 - 4:30

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CRÓNICA

En viernes santo, Rodolfo Pizarro iluminó al Guadalajara en el tramo decisivo de la temporada. Después de una travesía complicada con el Tricolor en Estados Unidos, el seleccionado nacional salió inspirado y con un doblete le dio la victoria a su equipo en contra de Monarcas, 1-2 final.

Chivas alcanzó 15 unidades y mantiene encendidas las veladoras en La Perla Tapatía, que hoy amanece llena de gloria por la ilusión de una Liguilla. Rodolfo convirtió dos anotaciones que sirvieron para amarrar el éxito, pese al descuento de Ángel Sepúlveda.

EL JUEGO

Chivas salió al campo de batalla sin tres piezas fundamentales en su esquema: Alan Pulido, Jair Pereira y Carlos Cisneros. Esta vez, Matías Almeyda se la jugó con un cuadro juvenil, arropado por elementos de experiencia. José Macías, Óscar Macías, Manuel Mayorga y Edson Torres se encargaron de la dinámica y explosión; acompañados por la cadencia de Rodolfo Pizarro o habilidad de Isaac Brizuela.

Y fue un juego de matar o morir para el Guadalajara. Le costó encontrar su estilo en el arranque, en ese lapso La Monarquía inquietó a Rodolfo Cota mediante un tiro descompuesto de Carlos Guzmán, tras un pase filtrado y medido de Gabriel Achilier. Se volcó el conjunto local e hizo daño con otro servicio de Rodolfo Vilchis (en el carril izquierdo) que rebanó Alanís y se le resbaló al propio Cota, pero no trascendió por la indecisión de Diego Valdés dentro del área tapatía.

Del otro lado, Matías Almeyda se comía las uñas en su área técnica. El Rebaño era víctima de los nervios; su juventud se mostraba más impetuosa que inteligente en la cancha del Morelos. Después, Raúl Ruidíaz trató de asociarse con Gastón Lezcano en el ataque, mas no tuvo suerte por la férrea marcación de la zaga rojiblanca, comandada ayer por Carlos Salcido.

El reloj se hizo aliado de Chivas, que comenzaron a explotar las bandas (Brizuela y Mayorga), ambos se agigantaron pese a la rudeza de sus marcadores. El “Conejo” se animó por la pradera derecha, se quitó un defensor y encontró a Pizarro, quien le devolvió dentro del área, pero se adelantó Sebastián Sosa, muy atento en su terreno, para robar el esférico. Sin embargo, el Guadalajara le dio amplitud a la pelota y no hubo problema para replegar a los locales. En la otra lateral, Manuel Mayorga (originario de Durango) se sumó a la ofensiva para mandar un servicio raso que desvió Guzmán y terminó por estremecer el poste derecho del portero argentino. El susto para Monarcas logró encender al Chiverío, dispuesto a llevarse la ventaja en el primer tiempo.

En una salida de Monarcas, Rodolfo Pizarro se robó el balón y enfiló al arco michoacano. En el viaje burló la marca de Gabriel Achilier  con la pierna derecha y bombeó, con poco ángulo, ante el achique de Sebastián Sosa. El sinsabor que pasó hace unos días en la Unión Americana con el Tricolor, fue opacado a través de una soberbia definición, digna de un seleccionado nacional que busca su boleto a Rusia 2018. Con el marcador a su favor (0-1), el cuadro rojiblanco se fue al descanso.

Si el primer tiempo se jugó con tal intensidad, la reanudación latió con más emociones desde su arranque. La visita sorprendió por un trazo peligroso de Gael Sandoval. Segundos más tarde, Morelia respondió con un cañonazo de Mario Osuna que se diluyó ante el vuelo espectacular de Cota.

La Monarquía se fue al abordaje. Miguel Sansores ingresó en lugar de Carlos Guzmán, para darle más fuerza a su ataque. El yucateco cazó un cabezazo que murió a uno centímetros de la base del poste izquierda de Rodolfo. Después del latigazo, el “Pelado” metió a Alan Pulido. Un minuto más tarde, el ariete jaló la marca de dos defensores. Pizarro hizo una pared, de su botín diestro salió un trazo colocado que besó el poste antes de rendir a Sosa. Era el segundo en la cuenta del Rebaño, para júbilo de sus aficionados y sin respuesta de los locales.

Sin embargo, Ángel Sepúlveda, recién ingresado a la batalla, puso la cosa dramática con el descuento a cuatro minutos de haber entrado al campo. Un tiro potente que no logró contener el portero rojiblanco. A partir de ese momento y hasta el final, se transformó en un cotejo de ida y vuelta, no apto para cardíacos.

Roberto Hernández se volcó con muchas unidades, mas no fue suficiente para doblar a un Rebaño arropado gracias su pueblo y enaltecido por su Pizarro, de noche sublime. Hasta el último instante se dio intenso en el Morelos, pero se impuso el grito de ¡Chivas, Chivas! en lo más alto del Quinceo.

GOLES

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