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25, febrero 2018 - 0:41

┃ AFP

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Después de 16 días de competición y de meses de gestiones diplomáticas, la edición 23 de los Juegos de Invierno finaliza este domingo con una ceremonia de clausura que resumirá a la perfección estos ‘Juegos de la Paz’: en presencia de una delegación norcoreana de alto nivel, pero sin bandera rusa.

La última incógnita se resolvió la mañana del domingo con el voto del COI: se mantiene la suspensión de Rusia y la bandera rusa no podrá ondear en el estadio olímpico.

El mantenimiento de la suspensión recibió el voto unánime de los miembros del COI, para los que pesaron los dos casos de dopaje de deportistas rusos constatados en los Juegos, y que frustraron las esperanzas del país europeo de regresar al menos parcialmente, al seno del olimpismo.

Desde las 20h00 locales, la tradicional ceremonia pondrá fin a Pyeongchang-2018 y dará inicio a la olimpiada que conducirá a Pekín-2022.

Los Juegos Olímpicos seguirán en Asia, ya que los de verano de 2020 tendrán lugar en Tokio. Tras el periplo asiático, los Juegos regresarán a su continente de origen con la cita de París-2024.

Después del desfile en común de las dos Coreas durante la ceremonia inaugural, la constitución de un equipo unificado de hockey sobre hielo, y con la presencia destacada de la hermana del líder norcoreano Kim Jong Un en la ceremonia inaugural y de las animadoras norcoreanas a lo largo de estos quince días, será una delegación de ocho miembros de Corea del Norte, liderada por el general Kim Yong Chol, la que estará presente en el punto final de los Juegos.

¿Tregua o deshielo?

La presencia de Kim Yong Chol, llegado a Seúl el domingo por la mañana, divide al país anfitrión, donde este general es visto como un criminal de guerra.

Kim Yong Chol es responsable de las relaciones intercoreanas en el Partido del Trabajo de Corea, en el poder.

Los surcoreanos sospechan que fue quien dio la orden de torpedear la corbeta surcoreana Cheonan en 2010, causando la muerte de 46 marinos.

Cerca de esta delegación norcoreana, en el palco de autoridades del estadio olímpico, se podrá ver a Ivanka Trump, la hija mayor del presidente de Estados Unidos Donald Trump, que ejercerá de representante estadounidense.

Un responsable de Estados Unidos anunció que no está previsto ningún contacto entre Ivanka Trump y los representantes norcoreanos.

El poder de la diplomacia y del deporte como vínculo de unión se verán reflejados pese a todo en esta ceremonia, 24 horas después de que Trump anunciase “duras” sanciones contra Corea del Norte.

El futuro dirá si este acercamiento histórico entre las dos Coreas, aún oficialmente en guerra desde 1953, es sólo una tregua olímpica o una sólida primera piedra hacia la merma de las tensiones en la región.

Después de 16 días de competición se habrán dirimido 102 títulos, y varias imágenes quedarán para el recuerdo. Como la producida este mismo domingo, del equipo surcoreano de curling femenino, superado en la final por Suecia, y cuyos miembros, desconocidos hace dos semanas, quedarán para la historia como unas de las caras de Pyeongchang-2018.