POR HÉCTOR REYES

La estrella mexicana del nado sincronizado por espacio de una década, Sonia Cárdenas, se declaró a favor de la postulación del equipo que arrasó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Veracruz y peleó el oro en contra de Canadá, durante los Juegos Panamericanos de Toronto, para el Premio Nacional de Deportes  (PND) junto con la entrenadora Adriana Loftus por sus 30 años de carrera en este disciplina acuática.

Sonia, integrante del panel de jueces de México -aunque este año no ha sido convocada por la Federación Mexicana de Natación-, comentó que el equipo que ella formaba parte también fue candidato al PND en 1986. Oportunidad que no se ha vuelto a repetir sino hasta ahora gracias a la evolución y trabajo que ha tenido para recuperar el octavo lugar mundial.

“Si mi memoria no me miente, creo que sí fuimos ya candidatas en 1986. Mucho tiempo atrás, por haber logrado clasificar en octavo lugar mundial en Madrid”, recordó la carismática deportista que vive en San Diego y  madre de dos pequeños jugadores de polo acuático. Eran otros tiempos, pero el sello de México sigue presente.

Tardaron muchos años en regresar al primer plano mundial, la última vez en 1994, año del retiro de Sonia. En ese lapso de 21 años no se volvía a tener el nivel mostrado en el pasado Campeonato Mundial de Natación de Rusia. Ella no piensa que hubiese sido tempo perdido, sino que es el tiempo que ellas han estado juntas les ha dado la experiencia. Marcó diferencias.

“Son épocas diferentes, la técnica aunque sigue siendo la misma, la forma de nadar ha cambiado muchísimo, las nadadoras ahora son mucho más atléticas que antes”, puntualiza la elegante exdeportista que  alabó a Adriana Loftus, entrenadora de toda su vida y ahora amigas entrañables.

A México, de acuerdo con el último mundial, lo observan en desarrollo, que está creciendo y hace las cosas bien. Destacó la unión que tienen las nadadoras con las entrenadoras, lo que es básico para poder tener buenos resultados. Sin embargo, hay que mejorar la ejecución y la dificultad, ahí es en donde se hace la diferencia de lograr calificaciones abajo o arriba de nueve.

“Veracruz era de ley que tenían que ganar. Creo que el Panamericano y el Mundial son de mayor mérito. Pero, más que llegaran a las finales, el verlas nadar y disfrutar lo que estaban haciendo me agradó muchísimo. Creo que desde 1994, en Roma no se pasaba a todas las finales y ellas lo volvieron a hacer”.

“La parte artística es muy buena. Siempre ha sido reconocido nuestro país por su inspiración, además que es de los mejores en la actualidad en las cargadas”, señaló Sonia en el análisis del equipo que buscará en marzo el pase olímpico y el deseo de que su amiga sea reconocida con el máximo Premio que otorga México a sus deportistas.

Sonia trabaja en el negocio que llevó a su familia a San Diego, además de ser mamá 24/7 por 365 días. También trabajó en el restaurante de unos amigos.