21, noviembre 2025 - 19:04
Reducir ingesta de azucares en niños es vital para la buena salud. Foto: Cortesía
Staff Branded / El Sol de México. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños menores de cinco años mantengan su consumo de azúcar por debajo del 10 por ciento de las calorías diarias, siendo lo ideal menos del 5 por ciento.
Reducir la ingesta de azúcares añadidos desde etapas tempranas ayuda a prevenir caries, sobrepeso y otros problemas metabólicos que pueden afectar la salud a largo plazo.
Un estudio publicado en Science (2024) señala que la exposición temprana a altos niveles de azúcar añadida puede disminuir la aceptación de frutas y verduras, generando una preferencia por sabores dulces que persiste hasta la edad adulta.

Por ello, especialistas recomiendan fomentar hábitos alimenticios saludables desde la primera infancia, sustituyendo los azúcares añadidos por alternativas más naturales y nutritivas.
Entre las estrategias más efectivas para mejorar la dieta infantil se incluyen:
1.- Ofrecer frutas frescas o deshidratadas sin azúcar añadida. Aportan vitaminas, fibra y un dulzor natural que satisface los antojos.
2.- Elegir productos lácteos adecuados para la edad. Existen opciones diseñadas para niños de 1 a 3 años que contienen probióticos y micronutrientes esenciales como hierro, zinc y vitamina D.
3.- Incorporar cereales integrales. La avena, el amaranto o el pan integral liberan energía de manera sostenida y favorecen la digestión.
4.- Endulzar con ingredientes naturales. Plátano, puré de manzana o dátiles pueden sustituir el azúcar refinada en postres o colaciones.
Además, es importante leer las etiquetas de los alimentos para identificar aquellos que no contienen azúcares añadidos y priorizar los productos formulados para las necesidades de los más pequeños.
Diferencia entre azúzar natural y el procesado
La primera viene acompañada de nutrientes mientras que la segunda aporta calorías vacías y puede favorecer el desarrollo de enfermedades si se consume en exceso.
De acuerdo con NIDO®, marca especializada en nutrición infantil, fomentar el consumo de alimentos con azúcares naturales y limitar los añadidos permite promover una aceptación temprana de sabores naturales y un desarrollo más equilibrado.
“Cada decisión alimentaria de los padres impacta en el futuro de sus hijos. Con nuestras opciones sin azúcares añadidas, ofrecemos nutrición especializada, fomentando hábitos saludables desde la infancia.
Todos nuestros productos están científicamente formulados para aportar los nutrientes esenciales y promover la aceptación de sabores naturales, apoyando un desarrollo equilibrado”, comenta Germán López, Vicepresidente de Nestlé Nutrición en México.
Impulsar una nutrición sin azúcares añadidos desde la infancia representa una inversión en el bienestar de las próximas generaciones.
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Pequeños cambios en el hogar y en los entornos escolares pueden construir una cultura alimentaria más consciente y saludable.