Con la tecnología de Google Traductor

4, octubre 2025 - 6:00

┃ Mario Grimaldo

El Estadio Nacional se convirtió en un campo de concentración en 1973. Foto_ Estadio Nacional, Memoria Nacional Facebook

Como suele ocurrir en muchas ocaciones, el futbol se ve rebasado o atravesado por la coyuntura política, como se puede ver en el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos de Chile el inmueble futbolero más importante del país andino y no sólo por su importancia deportiva, sino, también por la histórica. Pues no sólo es la casa de la Selección Chilena, también se trata de un espacio de memoria.

Te puede interesar: Con doblete de Gilberto Mora, México empata ante España y se juega la vida contra Marruecos

El Estadio Nacional, ubicado en Santiago de Chile, es un inmueble de constrastes, pues por una parte atestiguó un campeonato mundial del Brasil de Pelé, el mismo donde actualmente se desarrolla el Mundial Sub-20. Por otra parte, se utilizó como centro de detención en 1973, año en que se dio el golpe de Estado que lideró Augusto Pinochet en contra del gobierno de Salvador Allende.

¿Qué pasó en Chile en 1973?

1973 fue el año en que terminó de aforma abrupta el gobierno de la Unidad Popular (UP) liderado por Salvador Allende. Su culminación se dio de la peor manera, un golpe de Estado apoyado por la derecha chilena, además del vital apoyo y supervisión del gobierno estadounidense, como parte de su política intervencionista en contra de cualquier gobierno de izquierda.

Tras meses de fuerte presión por parte de la opocisión y con atisbos de división en el Ejército Chileno, todo estalló el 11 de septiembre de 1973. Día en que el Augusto Pinochet, recién nombrado General de las fuerzas armadas chilenas, bombardeó la Casa de la Moneda, lugar donde Salvador Allende se quitó la vida antes de caer en las manos de los golpistas.

Con la caída del gobierno izquierdista, se instauró la Junta Militar de Gobierno, liderada por Augusto Pinochet, quien comenzó con una cacería de brujas, la cual cazó, encarceló, torturó, desapareció y asesinó a miles de chilenos de forma sistemática.

@lasexta_ Se cumplen más de 50 años desde aquel 11 de septiembre de 1973, cuando un golpe militar liderado por Augusto Pinochet destruyó la democracia en Chile y cambió para siempre la historia del país. Ese día, el presidente Salvador Allende se enfrentó a la traición de sus generales y al bombardeo del Palacio de La Moneda, y decidió mantenerse firme hasta el final. Esa mañana, Allende pronunció sus últimas palabras, y tres horas después, su cuerpo yacía en el segundo piso del palacio. Sus asesores más cercanos murieron o desaparecieron, salvo Joan Garcés, un español que esa mañana lo acompañó y recibió de él un encargo fundamenta. Él fue testigo directo de aquellos momentos. 👀 Puedes ver la entrevista completa con Joan Garcés en laSexta Clave en laSexta.com #pinochet #salvadorallende ♬ sonido original – laSextatv

Estadio Nacional, de recinto de futbol a campo de concentración

El Estadio Nacional de Chile, pasó de ser cede mundialista en 1962, a convertirse en un campo de concentración y tortura de prisioneros políticos de la Unidad Popular.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Chile, la Junta Militar capturó aproximadamente a unas veinte mil personas. Prisioneros que fueron hacinados en baños y galerías. Donde se les dio una casi nula alimentación, sin mencionar los miles de casos de tortura durante los interrogatorios.

La violación de derechos humanos llegó a tal punto que incluso el ejército chileno ejecutó a decenas de civiles dentro del recinto deportivo.

De ahí el contraste histórico del Estadio Nacional, el cual quedó marcado por la violencia de la dictadura de Pinochet.

Un espacio de memoria y futbol

La memoria popular chilena lo calificó como un estadio “maldito”, no obstante, se convirtió en lugar un memoria nacional. En 2003, el estadio se declaró Monumento Nacional, hecho que le permitió su conservación como patrimonio arquitectónico y cultural, además de ser un recinto deportivo.

Fue hasta el 2009 y 2010 el Estadio Nacional recibió una remoledación, en la que se incluyeron butacas y se mejoró la pista y la cancha. En 2023 volvió a tener otra remoledación, la cual dejó intacta una parte inferior de la tribuna, la cual se convirtió en un espacio de memoria para no olvidar las atrocidades de la dictadura de la Junta Militar.

Esta tribuna queda vacía en cada partido de la Selección Chilena, lo que la convierte en un performance de memoria en cada juego. De ella destaca una frase con la siguiente leyenda: “Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro”.

La tribuna no es el único lugar de memoria, pues en distintos puntos del Estadio Nacional se desarrolló un trabajo de museografía donde se detallan historias del estadio cuando fungió como campo de concentración, el cual puede visitar haciendo una cita en este link

¡Ya tenemos canal de WhatsApp! Síguenos, activa la campanita y recibe las noticias deportivas

En la actualidad es la casa oficial de la Selección Chilena y en ocaciones, de la U de Chile.