POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

AUNQUE aún no toma la alternativa, el novillero peruano Andrés Roca Rey ya está anunciado en una corrida de toros el 22 de septiembre en Logroño, en el marco de la feria de San Mateo, a lado de Morante de la Puebla y Julián López, ante un encierro de Zalduendo. Vaya debut que tendrá como matador, pareciera que dos de los más reconocidos maestros del toreo en España dijeran: Vamos a ver si es cierto, échenlo de una vez para acá.

No es para menos, pues tres días antes, el 19, Roca Rey tomará la alternativa en Nimes, Francia, teniendo como padrino a la primera figura de España: Enrique Ponce. Hay que resaltar que la última alternativa que concedió el diestro de Chiva, a un torero de este continente, fue a Juan Pablo Sánchez, precisamente en este coso francés.

Esta alternativa de inicio como matador son la respuesta esperada a tan destacada campaña como novillero, en la cual el torero de Lima se ha catapultado a lo más alto de la pirámide novilleril a nivel mundial, pues el sitio, la calidad, el sentimiento y el sello que atesora han sido los principales elementos para que Andrés se convirtiera en triunfador de Madrid y Sevilla, saliendo a hombros por ambas puertas, las más importantes del mundo taurino. Su carrera como novillero de Andrés es sólo el colofón, que no deja de ser brillantísimo, de lo que se espera sea un gran prólogo. La etapa como matador de toros ya asoma inmensa, podríamos estar hablando de un torero fuera de serie y que con toda claridad habrá de ser cobijado como pocas veces se puede observar así a un torero, tanto en México como en España, derivado de las firmas de apoderamiento que han hecho Casa Toreros y José Antonio Campuzano, este último, su creador.

Una vez que Roca Rey toree en Logroño, habrá de iniciar una campaña en América, toreando claro está en las principales plazas y ferias de México, comenzando con las que cuenta Casa Toreros.

Suena, se lee y se observa un acontecimiento superior. Roca Rey sería entonces el torero que toda la afición espera.