Toluca.- En Toluca hay una gran tradición futbolera desde hace varios años gracias al equipo de Primera División que lleva su nombre, pero la capital choricera es poseedora de uno de los recintos culturales más emblemáticos del país, el Cosmovitral.

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Esta joya arquitectónica es el resultado de la fusión entre el arte, la luz y la biodiversidad en un espacio único que sin duda brindan una experiencia turística inigualable para los mexicanos y extranjeros.

La monumental obra inaugurada en 1980 es una de las más importantes del estado y consta con un total de 3 mil metros cuadrados. Esa cifra lo convierte en el vitral sin carácter religioso más grande del mundo.

Aunque el rojo de los Diablos predomina en las calles toluqueñas, en el Cosmovitral hay 28 diferentes tonalidades de vidrio procedentes de distintas partes del mundo y que representan el día y la noche, la vida y la muerte, la creación y la destrucción.

Una gran variedad de colores, el sonido de las fuentes y el burbujero generado por los peces de los estanques brindan un momento de paz y serenidad en una urbe que hervirá el próximo domingo cuando los Diablos Rojos reciban al América en la Gran Final del Clausura 2025.

En Toluca todavía no comienza la fiesta de la final del Clausura 2025

Toluca espera por recibir la final de vuelta de la Liga MX, donde sus Diablos Rojos, ante el América tricampeón, podrían finalmente romper con la sequía de 15 años sin conquistar la Primera División. Sin embargo, la fiesta aún no llega a la ciudad.

El ambiente en la capital del Estado de México es más que regular. No hay aficionados con la playera puesta y solamente algunos negocios comienzan a anunciar promociones para atraer clientes que no puedan asistir al Nemesio Diez. De hecho, en las inmediaciones de la casa del Toluca es donde más referencias del equipo se encuentran.

Algunos aficionados hacen plantón en las taquillas con la esperanza de conseguir algún boleto, mientras un par de solitarios vendedores ofrecen las banderas del Toluca y América entre 50 y 150 pesos. Aunque se espera que incrementen el costo mientras se acerca el día del partido.

En el centro de la ciudad, pocas son las cosas o las personas pintadas de rojo. El escudo del Toluca cuelga en algunos negocios como peluquerías o casas particulares. Por su parte, contados automóviles recorren las calles con pequeñas banderas colgadas en el marco de las ventanas.

Sin embargo, lo único certero es que para el partido de ida, a celebrarse en el Estadio Ciudad de los Deportes, el gobierno local colocó una pantalla en el bajo puente enfrente del aeropuerto y otra en la alameda, para que la gente pueda disfrutar.

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Para la vuelta el domingo, el juego se podrá ver también en la sección frente al aeropuerto. Además de en la estructura de El Águila, en Colón. Una especie de Ángel de la Independencia en miniatura, donde se celebran los mayores festejos de los mexiquenses. Los Diablos Rojos del Toluca podría provocar la fiesta más grande ahí, que no se da desde hace 15 años.