10, mayo 2025 - 6:00

El voleibol fue un método de uníón entre madres e hijos / Foto: Luis Garduño
El Día de las Madres no solamente se ha convertido en una fecha fundamental para felicitar a las mamás en todos los ámbitos de la vida, sino también a aquellas que practican algún deporte, pues lejos de ser figuras secundarias son el motor para impulsar a los hijos en busca de que realicen alguna actividad física.
“Me dieron ganas de comenzar en el deporte para que mis hijas vean cómo se puede luchar por un deporte o por un sueño, que las metas que se propongan siempre las van a cumplir, para que le echen ganas y den su máximo esfuerzo en sus juegos”, mencionó Ana Karen Ramos, jugadora del equipo de voleibol Panteras.
Además, para algunas el deporte se convirtió en un impulsor para las futuras generaciones y en la creación de una convivencia no solo con sus compañeras de equipo, sino también unir la relación que hay entre madres e hijos, por lo que se convierte en una pasión que se comparte dentro de las canchas.

“Lo que más me apasiona del voleibol es que uno se tiene que mantener lo más sano que se pueda, además de la convivencia que tenemos todas las jugadoras de todos los equipos. Esto me agrada porque ya viene de generaciones, porque juego yo. Mis hijos y mis hijas siguieron mis pasos, eso es lo que me gusta, la pasión que nos hace sentir dentro de una cancha”, confesó Lulú Romero.
¿Cómo se unen madres e hijas?
En cambio, para algunas, el voleibol se convirtió en un estilo de vida a tal grado donde la convivencia se hizo más fuerte, pues cuentan con un apoyo extra en sus partidos al tener a sus seres queridos como hijos y nietos.
“Bueno, de hecho, yo los llevaba a entrenar y los involucré a entrenar; los martes y jueves, cuando estaban chiquitos, los ponía debajo de una banca. A ellos yo los ponía a jugar otras cosas mientras yo jugaba voleibol; entonces, aunque a ellos no les gustó, cada ocho días ellos vienen a verme a echarme porras junto con los nietos. De esa forma yo los jalé conmigo”, confesó Guadalupe García Ramos.
De igual manera, el apoyo de las madres se convierte en un impulsor para que esposos e hijos puedan crear un núcleo que los beneficie, no solo dentro del deporte, sino también en las actividades diarias.
“Somos una familia que está en equipo para hacer la comida; lo hacemos entre todos. A la hora de irnos a jugar todos nos apoyamos, entonces tratamos de hacer todas las tareas de la casa juntos porque entre todos lo acabamos rápido para darnos tiempo al deporte, ya que somos una familia que se dedica al deporte y nos encanta estar aquí haciendo ejercicio”, señaló Ana Karen.
La educación, un pilar en el deporte
Las madres más allá de ser una figura en la familia, son un pilar de sabiduría para que los hijos puedan tener un camino donde la responsabilidad y educación vayan de la mano, no solo en las actividades diarias, sino también dentro del deporte, en donde muchas se han convertido en ejemplos a seguir dentro y fuera de las canchas.
“En primera, la educación es importante porque yo creo que el saber educar a los hijos es hacia lo que es tener una responsabilidad, porque te comprometes con las tareas. Yo les he enseñado que deben de cumplir. Si te gusta el voleibol o alguna otra cosa, debes de cumplir con tus tareas o cosas en la casa y después darle el tiempo necesario, siempre y cuando sea con responsabilidad, porque tenemos que llegar a un horario aquí, como en la escuela”, destacó Lulú Romero.
Los sacrificios que no deben de olvidarse el 10 de mayo, el día de las madres
Es sabido que las madres hacen sacrificios que en ocasiones los hijos no ven, pero al final terminan por ser ejemplos a seguir, pues algunas desde temprano comienzan su día para poder estar dentro de las actividades de sus hijos e incluso darse el tiempo de poder practicar algún deporte.
“Yo siempre he sido una persona que se levanta muy temprano; desde temprano me organizaba para arreglarlos y mandarlos a la escuela, luego hacer la comida y en ese entonces yo no trabajaba. Se me hizo difícil, pero logré que se adaptaran; incluso nos íbamos a jugar voleibol”, mencionó Guadalupe García Ramos.
El deporte también se ha convertido en un impulsor para evitar que los jóvenes entren en el mundo de las drogas, caso que en ocasiones se ha logrado gracias en parte a la educación que las madres brindan desde casa, pues son las encargadas de encaminar a los hijos por el buen camino.
¡Ya tenemos canal de WhatsApp! Síguenos, activa la campanita y recibe las noticias deportivas
“Más que nada como de pequeños, siempre me los traía y las niñas, desde que empezaron a caminar mis nietas, ellas, ahorita, juegan en Águilas GAM. Entonces ha sido la trascendencia de jalarlos al deporte porque, como sea, nos ayuda y, en mi caso personal, pues más porque traemos muchos juegos. Entonces a todas estas partes se las enseño a mis niñas, que el deporte es salud en lugar de estar en la calle con las drogas”, aseguró Lulú.