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8, octubre 2024 - 6:00

┃ Arturo Méndez

Julio Zamora, quien fue un histórico con Cruz Azul reveló como vivió cuando enfermo. Foto: Mexsport

Julio Zamora vivió en carne propia, lo que es pasar de la fortuna y fama, al olvido y la bancarrota. El argentino es uno de esos futbolistas que la afición de Cruz Azul no olvida por allá de la década de los 90, atravesó uno de los pasajes más radiantes de su vida con la camiseta celeste. Sin embargo, su presente es contrastante.

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El ex jugador confesó que los problemas de salud que atravesó hace un par de años lo condenaron a la bancarrota. Pero también lo hicieron darse cuenta de lo dura que es la vida del futbolista al quedar a la deriva y sin apoyo de toda la gente que un día lo rodeó.

En el deporte, la historia de atletas que vivieron en la gloria con sueldos millonarios y lo perdieron todo por malas decisiones son abundantes. No obstante, la de Julio Zamora es distinta.

La razón por la que perdió todo fue a raíz de dos infartos cerebrales que sufrió en 2017. Tras los problemas de salud, el exseleccionado nacional de Argentina, quedó endeudado por una cantidad mayor a los 20 mil dolores. Aunque esperaba recibir apoyo del Real Potosí, equipo al que entrenaba en aquel momento, confesó que tanto ellos, como gente que consideraba cercana lo abandonaron.

“Es la mesa del campeón, eso es así. Hubo un momento en casa que todos los viernes, los sábados éramos entre diez y doce parejas comiendo, y cuando a mí me pasó lo que me pasó, tengo a mi esposa y una o dos personas más, no tengo más. Hoy piensan que te van a cruzar en la calle y que les voy a pedir. Entonces lo que intentan es darle la vuelta a la esquina, y yo la verdad es que no le pido nada a nadie, me las arreglo como puedo, trato de hacer lo que puedo”, relató el mítico ex futbolista en charla con ESTO.

Zamora debió miles de dólares a la Clínica Aranjuez, en Bolivia, para cubrir los gastos, ya que dejó de recibir pagos por parte de la institución de Potosí, vendió todas sus pertenencias hasta quedar en quiebra.

“Yo esperaba apoyo. Lo que pasa es que cuando a mí me tocó estar del otro lado, cuando tenía que apoyar, yo siempre apoyé. A mí nunca me decían qué tenía que hacer, yo iba a lugares de chicos huérfanos, desde hospitales con mi esposa, con mis hijos, a dar mi apoyo, a dar lo que podía. Después cuando a mí me pasó lo que me paso, yo esperaba apoyo de más gente y no lo recibí. Lo primero que me pasó fue que el club donde yo estaba me dejó solo. No tuve apoyo de nada, me dejaron al azar, me tuve que gastar todo”, agregó.

La única persona que siempre lo acompañó y que hasta la fecha lo mantiene con ganas de seguir adelante es su esposa. “Trato en el día a día de seguir adelante, yo no aspiro a estar diferente en unos años, esto es día a día. Siempre con mi esposa al lado mío. Hace casi 40 años que estamos juntos, es la persona que agradezco a Dios que esté al lado mío y espero solucionar esto”.

Asimismo, confesó que se encuentra en una situación complicada, ya que el hogar que alquila, está por quedar fuera de su alcance:

Tuvimos que alquilar un departamento y en octubre lo tenemos que dejar, porque se termina el contrato y no me lo quieren renovar. Ahí sí empieza lo complicado, porque si no me quedo en la calle”.

Las puertas se le cierran con el pasar de los días, los lugares en los que alguna vez fue tratado como figura, hoy lo ignoran. Conseguir recursos económicos para “sobrevivir” le cuesta mucho por su condición de salud. Actualmente se mantiene con un poco de ahorros y lo que alguna gente amablemente le dona.

Destacó que la única persona que le brindó una mano fue el ex presidente de Cruz Azul, Billy Álvarez.“O iba al cielo o me quedaba en la tierra. Pero era con mi dinero, tenía pocos fondos, me tuve que deshacer de mi casa, de todo, de todo. Hoy estamos alquilando, porque nos quedamos sin nada, pero el que se puso en contacto con nosotros fue Billy Álvarez. Siempre estuvo al lado de nosotros. El primero que se comunicó con nosotros fue Billy Álvarez, que se hizo cargo de una deuda que yo tenía con la clínica”.

Julio Zamora fue olvidado por el entonces presidente del Cruz Azul

Después de ayudarlo a cubrir la cuenta del hospital, Alfredo Billy Álvarez continuó al pendiente de Julio Zamora. El otrora futbolista de La Máquina, recordó el gesto de tuvo el expresidente cementero, al garantizarle que velaría por su bienestar con una pensión mensual en agradecimiento por su desempeño con el equipo durante los años entre 1993 y 1996.

“Después él habló conmigo, que me iba a dar un apoyo mensual. Y pasó lo que le pasó, yo no tengo idea, yo todavía no puedo llegar a creer que haya paso así, pero después yo intente comunicarme con el presidente de Cruz Azul y todos, pero nunca los pude encontrar”, narró para ESTO.

Hasta la fecha. Un gran sector de seguidores celestes recuerdan a Zamora como el socio perfecto de Carlos Hermosillo en la década de los 90’s y aunque debutó en el Newell’s Old Boys de su país, describió su estancia en La Noria como los mejores momentos de su vida.

“En mi carrera deportiva tanto en Newell’s, como en Cruz Azul mis mejores momentos. Yo salí futbolísticamente de Newells, tuve la suerte de ser campeón tres meses. Después me fui a España y luego a México, esos cuatro años que estuve fueron excelentes”, aseveró.

Como jugador de la Albiceleste. Logró consagrarse campeón de la Copa América en la edición de 1993, cosechó decenas de logros en su carrera, solo uno le fue ajeno, y hasta el día de hoy es la única deuda que le mortifica.

“Creo que lo único que me falto es haber ido a un Mundial, estuve en Copa América, en eliminatorias, pero no estuve en un Mundial. Pero no estoy arrepentido de nada. Bueno, a lo mejor pude haber dado un poco más en Cruz Azul, tuve la suerte de ganar un campeonato de Concacaf. Pero no de liga, perdimos aquella final y por ahí quedo un poco pendiente lo mio, que no quedamos campeones de Liga y puede que eso era lo que necesitaba en ese momento el club”.

Gracias a su desempeño en la cancha, Zamora fue contactado por gente del América

Fueron casi cuatro años los que Julio Zamora portó la casaca cementera. En ese tiempo, su destacado desempeño llamaron la atención de otros clubes de la Liga MX. Uno de ellos, el América, a quien contó, fue fácil rechazar por el amor que siempre sintió por los colores de Cruz Azul.

“Lo que sentí, el afecto humano en Cruz Azul no lo había sentido en todos los sentidos, con mi familia, con la gente. Yo en su momento estaba mi esposa. El vicepresidente de América y su esposa, me ofreció ir al América yo le dije que no podía”, dijo.

Las ofertas también llegaron del futbol extranjero, clubes de Japón y Estados Unidos preguntaron por su ficha, él se mantuvo fiel a la institución.

“Después de llegar a buscar el ‘Indio’ Solari que estaba dirigiendo el Yokohama Marinos, en Japón, y también le dije que no podía, que de Cruz Azul era imposible irme para otro lado. El San José de Estados Unidos hizo una oferta también y Billy Álvarez dijo que no. La comunión que yo encontré en Cruz Azul es difícil de encontrar en otro lado”.

Julio mantiene la esperanza de algún día tener la oportunidad de volver a cruzar su camino con el de La Máquina, el cariño que siente por la institución se mantiene intacto.

“Con la gente de Cruz azul tengo palabras de agradecimiento, yo fui muy feliz cuando estuve ahí. Por eso nunca decidí irme a jugar a otro lado. Nunca decidí cambiarme de equipo, yo sentía la camiseta de Cruz Azul como si me la hubiera puesto siempre la primera vez, como si hubiera arrancado mi carrera con la playera de Cruz Azul. Espero algún día poder saludarlos, poder estar allá”.

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