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27, julio 2024 - 9:46

┃ Héctor Alfonso Morales

Delia Santibáñez vive en Francia desde haced 15 años y portó la antorcha olímpica

París.- Delia Santibáñez Sandoval tuvo en sus manos el fuego más hermoso, ese que incendia al mundo con su espíritu deportivo desde el 26 de julio al 12 de agosto en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Ella es mexicana radicada en Francia desde hace 15 años. Tiene discapacidad por un accidente automovilístico donde perdió una pierna y hoy está más que orgullosa de ser parte de la historia de la justa al llevar, por unos momentos, la antorcha que el viernes pasado llegó al pebetero para iluminar a la ciudad parisina.

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“Yo llevé la antorcha olímpica el 8 de julio en la ciudad de Blois. Para mí, representa el fuego la unión entre las naciones, también de toda la comunidad que hace deporte, no sólo atletas de alto rendimiento sino también las personas que hacen deporte en sus casas. Representan una gran, digamos, esperanza para el mundo entero ahora como está todo revuelto, también les da mucha ilusión a los niños ver a los atletas, ver el deporte que hay, poder ser como ellos también les motiva a todos ellos y también a los adultos”, describe Delia, quien es encargada de la nómina en una empresa.

¿Cómo logró Delia Santibáñez cargar la antorcha olímpica?

Al haber tenido la llama de París 2024, la mexicana ya es parte de la historia de esta edición olímpico, razón por la que “estoy muy muy feliz, muy emocionada. Tengo mucho orgullo de representar a mi país, de representar todo lo que he hecho desde que estoy aquí en Francia, y bueno, aquí les doy muchas gracias a todos por el apoyo”.

-¿Qué sentiste al tener la antorcha, al tener la antorcha en un evento de trascendencia histórica y mundial?
-Fue mucha emoción, fue un momento de estrés. La antorcha pesa un poco, casi dos kilos, y yo no sabía exactamente qué hacer, la agarraba de un lado y la gente que estaba enfrente de mí, la organización me decía, saluda a la cámara, y la gente que estaba alrededor me saludaba, y se emocionaba, y me tomaban fotos. En ese momento lo único que pensé fue ‘wow’, estoy aquí llevando la antorcha por todos los que no pueden’.

Para ser seleccionada como portadora del fuego de París 2024, Delia se inscribió en una especie de concurso de una marca patrocinadora de la justa. Mandó su carta de motivación en donde explicaba que quería ser ejemplo, como una persona extranjera e integrada a la sociedad francesa, para todas las personas con algún tipo de discapacidad.

“Yo soy una persona muy activa, una persona que se mueve mucho, autónoma, a pesar de mi discapacidad, y bueno en este concurso yo comencé a postear, a poner fotos, a taggear todo lo que me habían dicho con el hashtag ‘portaremos la magia del fuego’. Después, me llegó el mail de preselección, pero yo desde un principio dije: ‘yo voy a llevar la antorcha, y desde un principio cuando yo mandé mi candidatura, yo lo decreté. Más tarde, me llegó el mail de selección, y bueno a las primeras personas que le dije fue a mi hija, a mi esposo y mi familia, pero no me la podía creer”.
La incredulidad de Delia duró hasta el día de cargar la antorcha. Lo hizo en la región de los castillos en Francia y su sonrisa en la fotografías fue de un orgullo que sólo se obtiene cuando se es parte de una gran historia como la del Olimpismo.


¿Cómo fue que Delia Santibáñez Sandoval perdió su pierna?


En el 2000, Delia iba a Acapulco en carretera, sin embargo, una de las llantas de vehículo donde iba explotó y “nos fuimos a estrellar contra las barras de protección de la carretera. Una de las barras entró por el carro y cortó mi pie, además de que también cortó la pierna de mi prima Martha; las dos perdimos las piernas. Se intentó injertar la extremidad, no se pudo y fue más práctico poner una protesis que el injerto”.

El proceso de aceptar las consecuencias del accidente no fue fácil para Delia. “Tomó mucho tiempo, estuve deprimida. Los primeros años, yo no aceptaba, yo me sentía triste también, y sobre todo como mujer, es complicado. Las mujeres nos queremos sentir, digamos, bien con nuestras piernas, con nuestros pies, y somos muy vanidosas sobre todo, entonces este fue un proceso muy largo, yo creo que todo me ayudó: mi familia, mis amigos. Yo veo todo como una experiencia. Terapias, leer libros, escuchar podcasts, todo me ha ayudado a sentirme mejor con mi cuerpo, no ha sido fácil”.
Delia creó una página en Facebook llamada De Échale Ganas “porque me acepté cómo era yo, cómo era mi cuerpo. Dije voy a abrir una página para que la gente que me va a seguir, vea lo que es una persona con discapacidad, cómo vive una persona con discapacidad, porque yo en el momento que tuve el accidente, no había, en ese entonces no había redes sociales, había muy poca información, en ese entonces la gente también se escondía mucho de sus prótesis, porque una prótesis no es una cosa, no es un aparato bonito, bueno ningún aparato es bonito, pero las prótesis son un pedazo de fierro, entonces yo quiero que la gente con mi página vea de diferente manera las discapacidades”

También, Delia participó en un movimiento llamado Stronger Together donde “hicimos varias fotos con varias mujeres. Donde estábamos nada más con ropa interior, y ahí en ese movimiento, en esas fotos, pues expresábamos que aceptábamos nuestro cuerpo. Ahora, yo ya lo acepto y me siento mejor, me puedo poner vestidos, me puedo poner short, sandalias, y bueno. También con esa página hice que mi hija supiera cómo explicarle a la discapacidad de su madre, ¿no? Y lo ha hecho muy bien, lo ha hecho muy bien. Andrea es una niña que se adapta muy bien, también es autónoma a su edad. Y tiene una visión diferente también de las discapacidades, y cómo ayudar a la gente”.

En Francia hay apoyos para personas con discapacidad; en México no

Delia aplaude el respaldo que da Francia a las personas con discapacidad. Que no se limita a lo económico, sino a facilitar un nivel de vida óptimo para realizar actividades cotidianas sin mayor complejidad,
“En México no hay apoyos para las personas con discapacidad. Cuando vivía en México, mi familia me ayudaba económicamente a pagar una prótesis, aquí en Francia la seguridad social la paga completamente. Yo utilizo un pie que se mueve con el tacón. Entonces es un pie más caro y eso no lo toma en cuenta la seguridad social. Pero hay otras asociaciones que toman ese relevo para pagar la parte proporcional que hace falta, yo siento que eso, eso ayuda mucho”, explica.
“Hay muchas ventajas para las personas con discapacidad: en mi empresa donde yo trabajo. Tengo 5 días para ir a mis citas médicas, 5 días aparte de mis vacaciones. O sea, en Francia hay 30 días de vacaciones, y tengo esos 5 días más, que ya son 35 días. Puedo hacer teletrabajo cuando lo necesite, además hay muchas asociaciones. Que ayudan a las personas con discapacidad para adaptar su casa, su oficina o lugar de trabajo. Para los transportes también. Siento que eso también me ha ayudado a tener más fuerza, a tener más confianza en mí misma para hacer las cosas”, reconoce.

Para Delia Santibáñez, el ambiente de los Juegos Olímpicos ha generado ilusión. Pese a las incomodidades que ha padecido los parisinos en los últimos meses con el tema de la seguridad, calles cerradas y demás afectaciones.
“París es una ciudad muy pequeña, y creo que es una buena expectativa. Para todos los que viven en Francia, para los que viven en el extranjero, venir a los Juegos Olímpicos. Para los franceses ha sido un poco complicado toda esa organización. Pero yo creo que es normal en general para cualquier país que reciba unos Juegos Olímpicos. Cuando hice lo de la antorcha, sentí que estaban súper bien organizados. Con muy buena energía de parte de los organizadores y de los atletas también. Creo que van a ser unos Juegos históricos”, concluye.

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