Hace poco más de 30 años, la Catedral del Tenis presenció la doble gloria mexicana en el torneo de Wimbledon. En la categoría junior, Leo Lavalle y Eduardo Vélez conquistaron el título más importante en años consecutivos. En 1985, Leo derrotó justamente a Vélez en una final con sello mexicano. Un año después, Eduardo se sacó la espina al quedarse con la gloria en el césped sagrado del All Egland Club.

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Vélez era la gran apuesta a futuro del “deporte blanco” del país. No solamente era el mejor talento mexicano junior de la historia, se codeaba de igual a igual con talentosos jugadores que se convirtieron en leyendas como Andre Agassi, a quien le ganó la final del Orange Bowl en 1983.

El cielo era el límite para el regiomontano, aunque no contaba con el calvario que eran las lesiones en esa época. Justo cuando dio el salto al profesionalismo, Eduardo sufrió una lesión en la espalda baja que acabó con su prometedora carrera. No hubo forma de recuperarse. Con el paso del tiempo se convirtió en entrenador, con el recuerdo de lo que ganó a nivel juvenil, y con la espinita de lo que pudo haber sido en el circuito profesional.

EDUARDO VÉLEZ RECUERDA SU PASO POR WIMBLEDON Y LAS FINALES CONTRA LEO LAVALLE

Eduardo Vélez: “Son recuerdos inolvidables, que me quedan marcados para toda la vida. Ahí tuve el momento más feliz de mi vida. Wimbledon me trae muy buenas emociones”, dijo el ex tenista en entrevista con ESTO.

Jugaste dos finales, la segunda fue la vencida…

EV: “Fue una experiencia muy padre. El año anterior había perdido con Leo Lavalle la final. Al año siguiente ya era uno de los favoritos, pero trataba de no pensar en eso. Pensaba en cada partido, en ir pasando cada ronda. Estuve muy enfocado, me preparé muy bien. Cuidé mucho mis entrenamientos. Mentalmente tuve una gran preparación. El mismo día jugué la semifinal y la final. Recuerdo mucho ese domingo 6 de julio de 1986”.

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¿Qué hace tan especial a Wimbledon?
EV: “La tradición de los británicos es lo que hace tan especial el torneo. Tiene muchísimos años, las canchas que son diferentes. Los jugadores se preparan al máximo en muy poquito tiempo”.

¿Qué sientes al ver tus resultados en junior y que una lesión te impidió seguir en el tenis?
EV: “Bueno, algo de tristeza, pero a la vez muy contento por lo que logré, el tiempo que estuve bien me entregué al 100%. Di mi máximo esfuerzo y no me arrepiento de nada, las lesiones son parte de los riesgos que un deportista puede sufrir”.

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Pasan los años y el tenis mexicano sigue sin tener más jugadores de tu calidad…
EV: “La realidad del tenis mexicano, es que cada año lo veo peor. Es una triste realidad, Duele. Desde la época de los 80s, con los juveniles y la Copa Davis, ahora estamos en niveles más abajo. Cada año está peor. El panorama se ve muy desalentador”.