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19, mayo 2024 - 13:44

┃ José Ángel Rueda

El AEK de Orbelín Pineda tenían la obligación de ganar y esperar la combinación de resultados para así sabeOrbelin Pineda y el AEK no pudieron conseguir el bicampeonato. Foto: Cortesía

Con un ojo al gato y otro al garabato, o dicho futboleramente, una a la cancha y el otro al celular, los aficionados del AEK Atenas vivieron con intensidad la última fecha del playoff por el campeonato. El equipo capitalino tenía que ganar ante el Lamia y esperar una derrota del PAOK frente al Aris para consagrarse por segundo año consecutivo.

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Lamentablemente. Para su causa, la primera condición se dio, al imponerse 3-0 al Lamia, pero la segunda no, porque el PAOK no dio tregua al llevarse el triunfo 2-1.

La combinación de goles y los tiempos en que éstos llegaron alimentaron el drama. El OPAP Arena gritó con misma intensidad los tantos de su equipo y el del Lamia, quien vendió cara la derrota y le metió vértigo al cierre del torneo.

El equipo del Pelado Almeyda llegó al último encuentro sin el futuro en sus manos, luego de la inesperada derrota de media semana ante el Olympiacos. La caída complicó sus aspiraciones del bicampeonato, pero alimentó la fe del milagro.

El equipo capitalino saltó al campo sin especular. Consciente de que necesitaba los goles, de inmediato se fue al frente y cerca estuvo de abrir el marcador en los primeros minutos. Sin embargo, Ljubicic se perdió una clara. Poco más tarde, el croata no perdonó y puso el primero, a minuto 20, luego de una extraordinaria asistencia de Amrabat, quien se avivó en un saque de banda para dejar solo a su compañero y definiera en el mano a mano.

El gol fortaleció la esperanza de los locales, sobre todo ante la posibilidad de que un gol del Aris les diera el campeonato. El AEK aprovechó el ímpetu y al minuto 40 Zuber aumentó la renta, con un potente disparo cruzado. Lamentablemente para su causa, el silencio se apoderó del OPAP Arena cuando llegó la noticia de Brandon Thomas, el cual complicaba el sueño.

Orbelín Pineda entró de cambio para la causa de su equipo

Pero ya se sabe que el futbol suele tener guiones complejos. Apenas al arranque del segundo tiempo, Morón empató el juego para el Aris y el drama una vez más se encendió. Matías Almeyda buscó evitar los sustos y dio ingreso a Orbelín Pineda, con el afán de controlar las acciones.

El tiempo transcurrió con una tensa calma, a la espera de una noticia que cambiara las cosas. No llegó la buena nueva, al contrario, de Salónica solo llegaron desgracias, porque Taison le devolvió la ventaja al PAOK y con eso se llevó cualquier esperanza del AEK.

Ni siquiera el gol de último minuto Szymanski devolvió la sonrisa a la afición capitalina, quienes quedaron con las ganas de celebrar el bicampeonato en la Súper Liga de Grecia. El PAOK es el nuevo monarca.