Por muchos minutos se olió el séptimo juego, por momentos parecía cantado, pero a los Mavericks de Dallas y a Luka Doncic jamás hay que darlos por vencidos. En un cierre de partido cardiaco, de altas pulsaciones hasta el último segundo, Mavs se quedó con el triunfo 117 a 116 contra Oklahoma City Thunder en lo que fue más que un digno encuentro de playoffs de la NBA.

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Los aficionados que se dieron cita al American Airlines Center guardaran por siempre este partido más allá de que los visitantes salieron con caras largas por el descalabro que siempre duele. Los líderes de la Conferencia Oeste querían el definitivo partido y por eso desde el balón se puso en el aire fueron con todo, tanto que por primera ocasión ganaron el primer cuarto en la serie.

Los Dallas Mavericks vinieron de menos a más

Dallas tardó en meterse al partido al grado que se vieron abajo hasta por 17 puntos hasta que Doncic, quien firmó el triple-doble, y compañía comenzaron a carburar para protagonizar un cuarto de esos inolvidables. A seis minutos del final estaban igualadas a 97 para que llegara la lluvia de triples por parte de las dos escuadras, un toma y daca. El Thunder acostumbrado a lucir en el clutch en esta ocasión no le alcanzó.

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El choque de ida y vuelta estuvo igualado en 110 y Dallas se distanció por cinco puntos con poco más de un minuto, pero el Thunder en una reacción espectacular se puso 116 a 115 con la clavada de Chet Holgrem, quien parecía convertirse en el héroe, sin embargo, Shai Gilgeous-Alexander fue el villano luego que cometió falta que permitió tres tiros libres de P.J. Washington, quien anotó dos suficientes para que Mavs sea finalista de la Conferencia Oeste a la espera de Minnesota o Denver.