Nacida en septiembre de 1870 en el Barrio de Ealing, Charlotte Cooper se interesó en los deportes desde pequeña. Su interés recayó en el Tenis y empezó a competir a nivel local, donde ganó su primer título en el Club de Ilkey en 1893.

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La importancia de ‘Chattie’ en el deporte llegó en 1900. En París, por primera vez se permitió que las mujeres participaran en la Justa Veraniega. Su anterior edición en Atenas 1896 sólo tuvo hombres como competidores. Para aquel entonces, Charlotte Cooper ya era una de las mejores en su disciplina, pues ya había ganado el campeonato de Wimbledon en tres ocasiones.

La británica pasó a la historia como la primera mujer en ganar una medalla de oro Olímpica. Su rival en la Final fue Hélène Prévost pero poco pudo hacer ante Charlotte. El marcador final fue un 6-1, 7-5. Sin embargo, su medalla se le entregó hasta San Luis 1904 (Estados Unidos).

Charlotte Cooper fue la mujer de mayor edad en jugar una Final de Wimbledon

En la categoría de dobles mixtos, Cooper igualmente se llevó la presea dorada junto con Frank Doherty, siendo entonces un parteaguas en el deporte femenil. Como no tenía grandes rivales que significaran una amenaza en la época, Charlotte decidió tomarse un tiempo de descanso del Tenis para sus proyectos personales.

En 1901 se casó con el también tenista y abogado Alfred Sterry y años después regresó a la actividad para ganar el Wimbledon en 1908, ya con 37 años. Hasta la fecha, Charlotte Cooper ostenta el récord como la mujer más longeva en jugar una final de dicho campeonato, cuando se enfrentó a Agnes Morton con 41 años, a quien por cierto, venció.

Desde sus inicios en 1893 hasta 1917 participó en 21 ediciones del Campeonato de Wimbledon, de las que jugó 11 finales. Charlotte jugó hasta los 50 años y fue inducida al Salón de la Fama Internacional del Tenis.

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