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15, abril 2024 - 18:34

┃ Katia Fernández

7.800 Kg. es el peso del equipo de Gibrán Zea Foto_Katia Fernández

El esgrimista Gibrán Zea Armenta sumó su nombre a la lista de seleccionados nacionales que viajarán en verano a Francia para disputar sus primeros Juegos Olímpicos en París 2024, sin embargo, el camino no es nada sencillo para el poblano que se mudó lejos de su hogar desde hace casi 10 años.

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A los siete años, Gibrán tuvo su primer acercamiento con la disciplina gracias a su hermano, intentó algo diferente al futbol, pero fue en el 2012, a los 14 o 15 años, cuando vio los Juegos Olímpicos de Londres que el poblano se visualizó para representar a México en la máxima justa deportiva.

“En ese momento me atrapó por completo la emoción y todo el espectáculo que conllevan los Juegos Olímpicos, y dije ‘ahí quiero estar’”, recordó Gibrán en entrevista con El Sol de Puebla, donde confesó que aún no digiere la noticia de ser un deportista olímpico.

Zea tendrá su primera experiencia en Juegos Olímpicos / Foto: Katia Fernández

¿Cómo inició Gibrán Zea en el mundo de la esgrima?

Luego de visualizarse, el esgrimista se preparó para dar el primer gran paso: llegar al Centro de Alto Rendimiento (CAR) donde, luego de algunos años, se convirtió en seleccionado nacional, primero en la categoría Cadete y luego escaló poco a poco dando la cara por México en diferentes eventos internacionales.

Sin embargo, lo más difícil llegaría después, ya que el hambre de crecer que tenía Zea Armenta tuvo que buscar otros horizontes lejos de casa para foguearse en el extranjero, teniendo siempre la mira bien puesta en cumplir el sueño de estar en unos Juegos Olímpicos.

Con 17 años, Gibrán Zea se estableció en su primer destino internacional que fue Alemania y, después de tres años aproximadamente, decidió mudarse a Nápoles, Italia, donde actualmente radica y se prepara de tiempo completo para elevar su nivel como esgrimista de alto rendimiento.

PARÍS NO FUE EL PRIMER DESTINO

El sablista mexicano intentó en primera instancia clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio y, aunque el resultado no fue el esperado, Gibrán se motivó para continuar intentándolo a pesar de estar lejos de su familia, sufrir derrotas y encarar la adultez en un país totalmente diferente al suyo.

Afortunadamente, Zea no ha estado solo en este camino, pues los compañeros e integrantes del equipo que le ayudan a prepararse le brindan un apoyo especial para no darse por vencido, lo cual ha sido fundamental para obtener el boleto dorado que lo tiene a menos de cinco meses de la justa veraniega.

La gran diferencia del ciclo pasado a este fue tener un gran equipo”, recordó Zea a la par de agradecer el apoyo que la titular del Instituto Poblano del Deporte, Yadira Lira, le ha brindado desde que tuvo que mudarse a Nápoles para continuar su preparación.

PERO ¿QUÉ SE NECESITA PARA SER ESGRIMISTA?

“Más que nada se necesita mucha pasión, amor por el deporte, eso creo que es lo principal para motivarte porque si no tienes el cariño que le das al deporte con la primera derrota acabaría ahí”, aseguró el poblano destacando las seis horas diarias que invierte en sus entrenamientos.

Aunado a eso, la mentalidad y la constancia para entrenar con disciplina son elementos indispensables para formar a un gran esgrimista comprometido, el cual deberá elegir un arma para especializarse y destinar sus días para fortalecerse y volverse más competitivo.

En el caso de Gibrán la especialidad es el sable y para desempeñarse necesita un traje conformado por el arma, que se caracteriza por tener filo, contra filo y punta, lo que significa que con el mínimo roce, desde la cintura hasta la cabeza, puede ayudar al deportista a marcar un punto.

Para competir en sable los deportistas utilizan un chaquetín eléctrico, mismo que va por encima del tradicional traje blanco; el uniforme blanco compuesto por un pantalón de esgrima y una chaqueta tienen una resistencia de 800 nwetons que ayuda a sobrellevar la descarga y evitar que duelan los contactos.

“Escucho los rumores de que igual, el uniforme, el traje aguanta la bala de una pistola de muy bajo calibre” mencionó Zea durante la charla con esta casa editorial.

¿CÓMO SERÁ EL CAMINO RUMBO A PARÍS?


Ahora con el boleto en mano, Gibrán Zea regresará lo más pronto posible a Nápoles para continuar su preparación con su equipo, teniendo la posibilidad de participar a mediados de mayo una Copa del Mundo en España, a finales de junio el Campeonato Panamericano de la especial en El Salvador y concluiría con un campamento en Italia justo antes de París.

Cabe resaltar que, hasta el momento, Gibrán Zea es el único esgrimista mexicano clasificado a los Juegos Olímpicos, por lo que en el campamento compartirá las emociones con los seleccionados italianos y de otros países.

64 sablistas, incluido Zea participarán en París 2024 / Foto: Katia Fernández

Sin duda, la motivación del poblano es conseguir una medalla para culminar con la máxima gloria el sueño, pero, teniendo en cuenta que van los mejores del mundo, el llegar a París ya es un gran logro para Gibrán y el país entero.

“El mejor resultado que podría darles sería lo mejor de mí, no podría comprometerme con mi debut en Juegos Olímpicos; me encantaría traer una medalla, eso es el sueño más grande que deseo desde chico y voy a trabajar para ello”, finalizó.

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