Puebla.- Un Brujo salió al rescate en la fría Angelópolis. Cruz Azul mostró su acostumbrado juego ofensivo, pero se cansó de fallar, parecía que se iría sólo con un punto en la bolsa ante el peor equipo del torneo, pero un penalti de último minuto salvó a los cementeros. Uriel Antuna lo cobró con maestría y le regaló el triunfo a su equipo con todo y el liderato de goleo en sus manos. 0-1 final.

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Diferencias abismales se juntaron. Un Cruz Azul favorito y en los primeros lugares y un Puebla en el fondo y totalmente eliminado. Ese reflejo de su actualidad se mostró de manera innegable en el campo.
El equipo celeste repitió esquema y salió sin delantero nominal con el goleador Antuna, y hasta Rotondi, como ejes principales a la ofensiva. No habían pasado ni 40 segundos y la visita mostró su juego defensivo con el primer disparo del partido, que salió muy desviada por parte de Salcedo.

El club cementero quiso ser protagonista en patio ajeno y mantuvo el balón en su poder, incluso llegó a más del 75% de posesión por lapsos del juego, pero no inquietó al portero poblano.

Los de la capital no dejaron hacer nada al equipo poblano, pero la visita tampoco tuvo la suficiente imaginación para crear algo de peligro en el partido. Por momentos, en la zona donde comúnmente debe existir la figura de un centro delantero, estaba completamente sola.

Fue por eso que el peligro llegó de otra forma. Lo más relevante de los pupilos de Anselmi fue un disparo de tres dedos realizado por su defensa Willer Ditta. El colombiano llegó el área y casi clavó el balón en la red, pero sólo pasó muy cerca.

Puebla insinuó algo de reacción en el inicio del complemento, pero poco a poco se desvaneció. Los celestes recuperaron el dominio y asfixiaron a su rival con distintos embates, el más importante de Rotondi. Rodo sacó un disparo lejano y pegó en la red, pero por fuera, que incluso fue festejado. Después Antuna pudo marcar, pero la Araña Rodríguez lo evitó con un gran lance.

Parecía que Cruz Azul se iría con un punto a casa, pero un penalti salvó la catástrofe celeste. Antuna agarró el balón y con potencia lo puso en la red para darle el triunfo a su equipo y confirmarse como el mejor goleador mexicano del torneo. El Brujo lo hizo de nuevo.

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