El Estadio Víctor Manuel Reyna, ubicado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas se erige como uno de los lugares emblemáticos del deporte mexicano. Este estadio, conocido por ser la casa del equipo de los Jaguares de Chiapas ha sido testigo de innumerables hazañas deportivas y emocionantes eventos a lo largo de los años, pero ahora está en el abandono.

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Hoy en día su estructura luce deteriorada, con la pintura de las paredes desgastada y llena de grafitis en algunas áreas. Las bancas de los palcos se encuentran desgastadas por el sol, lluvias y las inclemencias del tiempo. El área de estacionamiento registra hoyancos en su carpeta asfáltica y la maleza cubre algunas áreas. El césped conserva su color.

Personal de mantenimiento barre periódicamente y recoge la basura, aunque hay que mencionar que en la actualidad siguen realizándose eventos deportivos así como conciertos, pese a las condiciones en que se encuentra. 

La historia de este estadio se remonta a un modesto campo de futbol. Con el paso del tiempo, ha experimentado varias remodelaciones y ampliaciones para convertirse en las instalaciones modernas que conocemos en la actualidad.

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¿CUÁNDO SE CONSTRUYÓ EL VÍCTOR MANUEL REYNA?

Fue construido en el año de 1982, bajo el denominado Plan Chiapas, para albergar a 6000 espectadores, y 20 años después se convirtió oficialmente en sede para partidos de primera división de torneos de la FMF. Fue inaugurado el 27 de diciembre de 1983 con el partido oficial entre el Club América y el extinto equipo de los Estudiantes de Chiapas

El estadio fue remodelado y ampliado para tener una capacidad de 23,500 aficionados y su nombre es en honor a Víctor Manuel Reyna Aguilar (1910-1973), profesor de educación física en Tuxtla Gutiérrez, quien creó las primeras ligas de futbol estatal y municipal, en los años 50. 

En 2012, el estadio vibró con el concierto de la reconocida banda de rock mexicana Caifanes, donde miles de fans disfrutaron de un espectáculo inolvidable.

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Una de las imágenes más icónicas capturadas en este recinto es la celebración del ascenso del Club Jaguares a la Primera División en 2002. En esa ocasión los jugadores y el cuerpo técnico celebraron en medio de la cancha, rodeados de una multitud emocionada.

POR: Thiaré García/El Heraldo de Chiapas