Cuando la guerra civil española terminó en 1939, una de las fuentes de ingreso que tuvo el país ibérico para levantar su economía fue la industria textil, la cual se caracterizó por cubrir los colchones con franjas rojas y blancas, cosa que más tarde terminó por derivar en el apodo ‘Colchonero’ para el Atlético de Madrid.

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El club, fundado en 1903, basó sus colores de las playeras locales en las líneas blancas y rojas. El término se popularizó hasta los años 40, pues, aunque Madrid era una ciudad donde se concentraba la realización de textiles desde el siglo XIX, fue hasta la posguerra cuando empezó a ser vital en la economía del país.

En aquella época, los colchones eran fabricados a mano con lana y lino (fibra de la planta de lino, con la que se producen hilos y tejidos para ropa) y eran usados principalmente por las clases trabajadoras gracias a su comodidad y durabilidad. Sin embargo, con el paso de los años, este método se dejó de lado y se empezó a optar por el uso de máquinas y materiales sintéticos.

Industria textil, una de las principales fuentes de ingreso en España

El resultado final de esto fue que al Atlético de Madrid se les apodó como tal y se ha mantenido hasta nuestros días. El significado de esto es con una connotación positiva, ya que la industria textil significó una fuente de empleo para cientos de españoles al término de la dictadura de Franco y clave para la estabilización de España en términos económicos.

En la actualidad, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, la industria sigue como la segunda fuente de ingreso económico más fuerte en España. Sólo por detrás de la agricultura y pesca y encima de las constructoras y servicios.

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