Kyuden Karate Do fue fundada por el Master Ernesto Huitrón Morales a inicios de los dos mil, quien acompañado de su esposa, la Master Adriana García, llevaron a distintos puntos de la República Mexicana su forma de enseñar el arte marcial. Actualmente, su escuela está dirigida por mujeres en un noventa por ciento.

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Adriana García cuenta con más de cuarenta y tres años de experiencia en el mundo del Karate Do, y tras el lamentable fallecimiento del Master Ernesto Huitrón durante la Pandemia por Covid-19, Adriana, quien actualmente cuenta con cinta roja-blanca 7° Dan, continuó a cargo de la escuela. En la actualidad, cuentan con cuatro sedes en el Área Metropolitana de la Ciudad de México.

“Falleció en la pandemia (su esposo), pero el reto siguió con que yo conservara esta escuela. Ya teníamos nueve años, y después con el correr del trabajo, ya tenemos: Kyuden Querétaro, dirigido por una maestra, Kyuden Toluca, también dirigido por una maestra, Kyuden Norte, dirigido por mi sobrino. Además tenemos clases en diversos colegios”, dijo la Master Adriana, quien ha permanecido a cargo de la escuela desde hace poco más de tres años.

La escuela con sede central en la alcaldía Gustavo A. Madero al norte de la Ciudad de México siempre ha buscado implementar nuevas formas de que todo el mundo se acerque al karate, por ello, desarrollaron el modelo denominado como “pre-karate”, para niños de 2 años que busquen acercarse a este arte marcial. 

LAS MUJERES, UNO DE SUS OBJETIVOS 

Además del importante trabajo que realizan con niños y niñas en edades preescolares, Kyuden ha tenido un fuerte impacto en el desarrollo del karate en mujeres a través de diversos eventos. 

“Hemos tenido que hacer unión, en enero (2024),hubo una reunión del arte marcial y éramos sesenta mujeres, y hace siete años hicimos el torneo de mujeres que tuvo muy buena aceptación, y en septiembre haremos nuevamente el torneo de mujeres. Nos tenemos que unir”, aseguró la Master.

Cuando la Master Adriana García tuvo la idea de hacer eventos para niños y mujeres, el Master Ernesto Huitrón la apoyó incondicionalmente, incluso, el torneo femenil fue idea suya. “Me empezó a dar mucha apertura él, que un hombre que sí confiaba en mí y sabía mis alcances. Me volví parte fundamental de la organización con el apoyo directamente de él (Ernesto Huitrón), confesó García.

HEMOS PUESTO EN ALTO A LAS MUJERES

Por su parte, la sensei Shantal Sandoval aseguró para el diario ESTO que los torneos realizados por y para mujeres han impactado positivamente, ya que “dicen los hombres, son mujeres que valen la pena, son duras. Hemos puesto el alto la organización y el nombre del arte marcial en mujeres, porque nos damos a notar con la disciplina y que no nos dejamos”.

Para la Master Adriana García, todavía queda trabajo por hacer en el camino del karate para mujeres, sin embargo, en sus más de cuatro décadas de experiencia ve un claro avance en la irrupción de mujeres en el deporte. “Buscamos que nuestros alumnos sean hombres y mujeres de bien, pero nos falta seguir creciendo y poner en alto el nombre de las mujeres en el karate de México. Queremos seguir marcando pautas”, sentenció.

Ana Laura Pérez explicó que la aceptación es cada vez mayor, incluso el karate femenil ha sido aceptado dentro de los Juegos Olímpicos. “Eso era algo que no esperábamos que pasar”, confesó.

Finalmente, manifestó su alegría de ver cada día más mujeres en la disciplina. “Ahora somos nosotras las protagonistas, nosotras organizamos las competencias. Nos da esa capacidad de decir sí podemos”, sentenció.

SER MUJER EN UN “MUNDO DE HOMBRES”

La Master Adriana García, tiene más de tres décadas de experiencia como karateka. Sin embargo, su camino no ha sido sencillo, pues sufrió rechazos y comentarios en su contra. Su propio padre estaba en contra de que ella practicara este arte marcial.

Su pasión por el karate llegó gracias a la salud, ya que en su niñez buscaba bajar de peso, pero no encontraba ningún deporte que le llenara lo suficiente, hasta que conoció el arte marcial. 

Sin embargo, la práctica no fue sencilla porque su papá se negaba a que Adriana practicara karate. “El primer reto fue que mi papá no estaba de acuerdo con que yo tomara karate, porque decía que era una actividad de hombres. Casi la tuve que hacer a escondidas y con el disgusto de él”, aseguró.

EL SISTEMA DE COMPETENCIA NO EXISTÍA

Además, compartió que cuando ella comenzó a asistir a las competencias de karate, no existían tantas categorías femeniles en comparación con las que tenían los hombres. Explicó, que solamente eran tres en total: cinta blanca, cinta verde y cinta negra, todas ellas sin distinción de pesos.

García confesó al diario ESTO que en sus inicios como instructora, de la mano de Ernesto Huitrón Morales, también padeció discriminación dentro del gremio pues, además de que entre treinta profesores solamente eran dos maestras, en sus propias palabras, “cuando me recibieron me dijeron: no tienes ni voz ni voto”.

Además, recordó que en sus primeros años los jóvenes no querían tomar clases con ella, en ocasiones, algunos optaban por marcharse y volver cuando ella no estuviera dirigiendo. 

“Cuando iniciaba, llegaban y preguntaban, ‘¿quién va a dar la clase, el maestro Ernesto o tú?’. Y yo les decía ‘yo la voy a dar’. (Me respondían) Ah pues después nos vemos. Entonces, poco a poco les empecé a decir quédate, y cuando veían que sí aprendían, se quedaban”, compartió.

Para Adriana la práctica y enseñanza del Karate Do fue un constante reto en el que tuvo que tenía que demostrarle al resto su valía dentro del arte marcial, pero al final lo consiguió. Incluso, aseguró que hoy en día sus alumnos más grandes le guardan mucho cariño por sus enseñanzas y empatía con ellos.

Las profesoras que trabajan con ella, la reconocen y la ven como una figura de inspiración, tal como manifestó Sonia Castañeda. “Ella es el vivo ejemplo de una mujer fuerte, firme, capaz de liderar. Es una maestraza, de verdad”, sentenció.

MADRES KARATEKAS LAS SENSEIS DE KYUDEN KARATE DO APRENDIERON A DIVIDIR SU TIEMPO

La Master Adriana García confesó que varias de sus maestras llegaron a través de sus hijos, quienes practicaban karate. “A veces las mamás se enamoran del karate, y cuando se les ofrece tomar el curso de instructor, servicio social, etc, se van involucrando. Es una actividad que les permite cumplir sus actividades de madres y/o amas de casa”, declaró.

Ese fue el caso de la Sensei Leticia García quien es la actual administradora de Kyuden Karate Do. García tiene una trayectoria de más de tres décadas y es la encargada de dar clases a las edades preescolares.

Leticia llegó al mundo del Karate gracias a sus hijos, se apasionó por este arte marcial y decidió certificarse. “Formamos un grupo de mamás, de las cuales, éramos unas doce y nada más quedamos dos. Tomamos cursos, nos certificamos y ya estamos dentro de las artes marciales”, señaló.

Explicó que los retos que enfrentaron no fueron sencillos, pues además de la disciplina que un arte marcial requiere, debían combinar sus actividades como madres, esposas y deportistas.

“El primer reto es ser mamá. Después en competencia, el reto era llegar a cinta negra, porque solamente terminamos dos mamás de todo el grupo”, aseguró.

La sensei García aseguró que tenía que dividir sus tiempos y, a veces entrenaba por las mañanas después de dejar a sus hijos en la escuela. Actualmente cuenta con el rango cinta negra cuarto Dan y decidió dedicarse a la enseñanza del Karate porque “se vuelve tu pasión, se vuelve parte de ti y de tus necesidades”.

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