Seis meses después de su segunda salida de WWE en agosto de 2016 por un escándalo de discusiones y peleas con su ex novia Paige, Alberto del Río debutó en IMPACT Wrestling (TNA) y se convirtió en campeón mundial en su primera noche, siendo el luchador que menos tiempo tardó en ganar el título máximo de la compañía en toda su historia.

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El mexicano apareció en la programación semanal de la marca para confrontar a Bobby Lashley y lo retó a una contienda titular: “Let’s dance, Bobby”. El campeón aceptó el reto y aseguró que le daría una paliza al mexicano, pero ya en el evento estelar, ‘El Patrón’ golpeó a su rival con el cinturón sin que el árbitro viera, para después hacer la cuenta de tres y proclamarse nuevo monarca. Sin embargo, los directivos -dentro del kayfabe- lo despojaron de su presea por haberla conseguido de forma ‘ilegal’.

Aunque en un inicio Alberto no quiso aceptar la decisión, el luchador no tuvo remedio más que aceptar pero con la condición de tener su revancha ante Lashley pocas semanas después. Previo a ello, El Patrón derrotó a Magnus por el campeonato Global de la GFW y se pactó que el ganador entre el mexicano y Lashley se llevaría los dos títulos como unificación.

El mexicano logró vencer limpiamente a Bobby dentro del hexágono y se proclamó el campeón unificado de la marca. Pero el escándalo con Paige en vida real continuaba.

El escándalo de Alberto del Río y Paige que ‘provocó’ su salida de TNA

En redes sociales se filtraron audios donde la pareja discutía. Alberto le decía a Paige que iba a llamar a la policía para que la arrestaran por golpearlo pero la mujer sólo respondía con que quería irse de su vida. Del Río llegó a asegurar que tiene en su poder videos donde la ex WWE le amenazaba con suicidarse para que lo culparan a él y lo encarcelaran. El desenlace final fue que los dos llegaron a los juzgados y tienen un mutuo acuerdo de no hablar sobre el caso, pues quien lo haga, deberá enmendar los daños morales con un millón de dólares.

Los problemas personales del mexicano provocaron una suspensión por parte de la GWF. Por ende, lo despojaron el campeonato. Tras un mes de ausencia, el mexicano regresó para recuperar su presea, pero en abril de 2018 fue liberado de su contrato por la mala imagen que daba a la compañía. Desde entonces, Del Río no ha vuelto a luchar en una empresa de alto renombre en Estados Unidos. Él ha expresado su deseo de volver a WWE pero su mala relación con Triple H y la salida de Vince McMahon son factores que posiblemente impedirán una tercera etapa en la empresa. AEW sí lo buscó pero el mismo Alberto dijo que su oferta “era irrespetuosa” y decidió no aceptar. Actualmente forma parte de la Triple A en México.

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